Fisterra

    Prevención primaria y/o secundaria del duelo complicado: guía para unos cuidados primarios de duelo estructurados, aplicables en duelo de riesgo o duelo complicado

    Guía para una sesión estructurada


    • El número de sesiones y la duración de una intervención estructurada en cuidados primarios de duelo (CPD) debe ser adaptado a cada caso particular, una posible pauta podía ser de siete sesiones de 30 a 45’ a lo largo de un año.
    • En la primera sesión se acordará un compromiso con el número, periodicidad y duración de las sesiones.
    • Las sesiones en las primeras fases del duelo serán cercanas (cada dos semanas) ya que se trata de que afloren aspectos emocionales, relacionados con los recuerdos. Posteriormente se van espaciando (cada uno o dos meses), en la medida en que se abordan otros aspectos con menor componente emocional y más relacionados con la vivencia actualizada de su situación, sus creencias y aspectos más prácticos, como la recuperación de habilidades que le darán autonomía personal. Finalmente con sesiones aún más separadas (cada tres o cuatro meses), que llegan hasta pasado el primer año de duelo, se plantean aspectos del futuro, como la incorporación desde su nueva realidad a la sociedad, y el cierre de la relación con el médico.
    • En cada sesión se aplicarán las técnicas generales (REFINO). En las primeras fases de “vaciado emocional”, la relación, escucha y facilitación serán más útiles y la información, normalización y orientación lo serán posteriormente. Junto a ellas las técnicas específicas, son herramientas complementarias muy útiles.
    • Los contenidos de las sesiones los marcará la persona en duelo. La primera fase de duelo agudo se orienta al apoyo y acompañamiento para facilitar la verbalización y libre expresión de sentimientos y recuerdos. Posteriormente se prestará más atención a sus creencias en relación con el difunto (lo que piensa, lo que siente, lo que hace, etc.) y se fomentará una actitud crítica hacia ellas, mirándose desde fuera como un espectador. Finalmente se abordan las dificultades que tiene para integrarse de nuevo en su mundo, clarificando sus habilidades, utilizando los recursos de que dispone, fomentando las actividades lúdicas y las relaciones sociales, que deberán enfocarse desde otro contexto (por ejemplo, ya no es pareja y esto dificulta o impide las relaciones con parejas, como antes), buscando crear nuevas relaciones, aprendiendo de nuevo a gozar sin sentirse culpable.
    • El uso del tiempo a lo largo de las entrevistas, es un importante instrumento para elaborar las emociones, integrar las pérdidas y proyectar los cambios y metas a establecer en el futuro. Es por ello que conviene tener presente que hay que “recorrer” con el paciente tres espacios diferentes del tiempo, pero que confluyen en su proceso:
      • El pasado: en cada entrevista, atender a la expresión de sentimientos, emociones y/o recuerdos (hablar de la muerte y del muerto).
      • El aquí y ahora: revisando, escuchando y/o analizando cómo el pasado se integra (o no), se asienta (o no) en el presente, y facilitando en lo posible la toma de decisiones apropiadas a la sana satisfacción de necesidades.
      • El futuro: cerrando la sesión con:
        • Un acuerdo -“contrato”- claro, concreto y simple que implique en el futuro (puede ser a corto o medio plazo) la realización de conductas orientadas a la autonomía, integración social, conductas saludables, etc.
        • Una visualización de sí mismo: imaginándose logros, situaciones de bienestar social, personal, etc., que resuelven la tendencia, a menudo larvada, de “lealtad” al ausente desde el mantenimiento del malestar. Imágenes o fantasías que transmitan en definitiva un “permiso” para sentirse progresivamente mejor en su propia vida.

    Autores

    Víctor Landa Petralanda Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (1)
    Jesús Ángel García García Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (2)
    Mónica Moyano Lorenzo Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (3)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco
    Belén Molina González Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (4)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco

    (1) Centro de Salud de Basauri/Ariz. OSI Barrualde-Galdakao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (2) Centro de Salud Kueto-Sestao. PALEQUI (equipo consultor de cuidados paliativos). OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (3) Unidad de Cuidados Paliativos. Hospital San Juan de Dios. Santurtzi. Bizkaia. España.
    (4) Centro de Salud de Zuazo. OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Prevención primaria y/o secundaria del duelo complicado: guía para unos cuidados primarios de duelo estructurados, aplicables en duelo de riesgo o duelo complicado

    Fecha de revisión: 06/02/2017
    • Técnica
    • Relaciones
    Índice de contenidos

    Guía para una sesión estructurada


    • El número de sesiones y la duración de una intervención estructurada en cuidados primarios de duelo (CPD) debe ser adaptado a cada caso particular, una posible pauta podía ser de siete sesiones de 30 a 45’ a lo largo de un año.
    • En la primera sesión se acordará un compromiso con el número, periodicidad y duración de las sesiones.
    • Las sesiones en las primeras fases del duelo serán cercanas (cada dos semanas) ya que se trata de que afloren aspectos emocionales, relacionados con los recuerdos. Posteriormente se van espaciando (cada uno o dos meses), en la medida en que se abordan otros aspectos con menor componente emocional y más relacionados con la vivencia actualizada de su situación, sus creencias y aspectos más prácticos, como la recuperación de habilidades que le darán autonomía personal. Finalmente con sesiones aún más separadas (cada tres o cuatro meses), que llegan hasta pasado el primer año de duelo, se plantean aspectos del futuro, como la incorporación desde su nueva realidad a la sociedad, y el cierre de la relación con el médico.
    • En cada sesión se aplicarán las técnicas generales (REFINO). En las primeras fases de “vaciado emocional”, la relación, escucha y facilitación serán más útiles y la información, normalización y orientación lo serán posteriormente. Junto a ellas las técnicas específicas, son herramientas complementarias muy útiles.
    • Los contenidos de las sesiones los marcará la persona en duelo. La primera fase de duelo agudo se orienta al apoyo y acompañamiento para facilitar la verbalización y libre expresión de sentimientos y recuerdos. Posteriormente se prestará más atención a sus creencias en relación con el difunto (lo que piensa, lo que siente, lo que hace, etc.) y se fomentará una actitud crítica hacia ellas, mirándose desde fuera como un espectador. Finalmente se abordan las dificultades que tiene para integrarse de nuevo en su mundo, clarificando sus habilidades, utilizando los recursos de que dispone, fomentando las actividades lúdicas y las relaciones sociales, que deberán enfocarse desde otro contexto (por ejemplo, ya no es pareja y esto dificulta o impide las relaciones con parejas, como antes), buscando crear nuevas relaciones, aprendiendo de nuevo a gozar sin sentirse culpable.
    • El uso del tiempo a lo largo de las entrevistas, es un importante instrumento para elaborar las emociones, integrar las pérdidas y proyectar los cambios y metas a establecer en el futuro. Es por ello que conviene tener presente que hay que “recorrer” con el paciente tres espacios diferentes del tiempo, pero que confluyen en su proceso:
      • El pasado: en cada entrevista, atender a la expresión de sentimientos, emociones y/o recuerdos (hablar de la muerte y del muerto).
      • El aquí y ahora: revisando, escuchando y/o analizando cómo el pasado se integra (o no), se asienta (o no) en el presente, y facilitando en lo posible la toma de decisiones apropiadas a la sana satisfacción de necesidades.
      • El futuro: cerrando la sesión con:
        • Un acuerdo -“contrato”- claro, concreto y simple que implique en el futuro (puede ser a corto o medio plazo) la realización de conductas orientadas a la autonomía, integración social, conductas saludables, etc.
        • Una visualización de sí mismo: imaginándose logros, situaciones de bienestar social, personal, etc., que resuelven la tendencia, a menudo larvada, de “lealtad” al ausente desde el mantenimiento del malestar. Imágenes o fantasías que transmitan en definitiva un “permiso” para sentirse progresivamente mejor en su propia vida.

    Autores

    Víctor Landa Petralanda Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (1)
    Jesús Ángel García García Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (2)
    Mónica Moyano Lorenzo Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (3)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco
    Belén Molina González Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (4)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco

    (1) Centro de Salud de Basauri/Ariz. OSI Barrualde-Galdakao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (2) Centro de Salud Kueto-Sestao. PALEQUI (equipo consultor de cuidados paliativos). OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (3) Unidad de Cuidados Paliativos. Hospital San Juan de Dios. Santurtzi. Bizkaia. España.
    (4) Centro de Salud de Zuazo. OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Prevención primaria y/o secundaria del duelo complicado: guía para unos cuidados primarios de duelo estructurados, aplicables en duelo de riesgo o duelo complicado

    Fecha de revisión: 06/02/2017

    Guía para una sesión estructurada


    • El número de sesiones y la duración de una intervención estructurada en cuidados primarios de duelo (CPD) debe ser adaptado a cada caso particular, una posible pauta podía ser de siete sesiones de 30 a 45’ a lo largo de un año.
    • En la primera sesión se acordará un compromiso con el número, periodicidad y duración de las sesiones.
    • Las sesiones en las primeras fases del duelo serán cercanas (cada dos semanas) ya que se trata de que afloren aspectos emocionales, relacionados con los recuerdos. Posteriormente se van espaciando (cada uno o dos meses), en la medida en que se abordan otros aspectos con menor componente emocional y más relacionados con la vivencia actualizada de su situación, sus creencias y aspectos más prácticos, como la recuperación de habilidades que le darán autonomía personal. Finalmente con sesiones aún más separadas (cada tres o cuatro meses), que llegan hasta pasado el primer año de duelo, se plantean aspectos del futuro, como la incorporación desde su nueva realidad a la sociedad, y el cierre de la relación con el médico.
    • En cada sesión se aplicarán las técnicas generales (REFINO). En las primeras fases de “vaciado emocional”, la relación, escucha y facilitación serán más útiles y la información, normalización y orientación lo serán posteriormente. Junto a ellas las técnicas específicas, son herramientas complementarias muy útiles.
    • Los contenidos de las sesiones los marcará la persona en duelo. La primera fase de duelo agudo se orienta al apoyo y acompañamiento para facilitar la verbalización y libre expresión de sentimientos y recuerdos. Posteriormente se prestará más atención a sus creencias en relación con el difunto (lo que piensa, lo que siente, lo que hace, etc.) y se fomentará una actitud crítica hacia ellas, mirándose desde fuera como un espectador. Finalmente se abordan las dificultades que tiene para integrarse de nuevo en su mundo, clarificando sus habilidades, utilizando los recursos de que dispone, fomentando las actividades lúdicas y las relaciones sociales, que deberán enfocarse desde otro contexto (por ejemplo, ya no es pareja y esto dificulta o impide las relaciones con parejas, como antes), buscando crear nuevas relaciones, aprendiendo de nuevo a gozar sin sentirse culpable.
    • El uso del tiempo a lo largo de las entrevistas, es un importante instrumento para elaborar las emociones, integrar las pérdidas y proyectar los cambios y metas a establecer en el futuro. Es por ello que conviene tener presente que hay que “recorrer” con el paciente tres espacios diferentes del tiempo, pero que confluyen en su proceso:
      • El pasado: en cada entrevista, atender a la expresión de sentimientos, emociones y/o recuerdos (hablar de la muerte y del muerto).
      • El aquí y ahora: revisando, escuchando y/o analizando cómo el pasado se integra (o no), se asienta (o no) en el presente, y facilitando en lo posible la toma de decisiones apropiadas a la sana satisfacción de necesidades.
      • El futuro: cerrando la sesión con:
        • Un acuerdo -“contrato”- claro, concreto y simple que implique en el futuro (puede ser a corto o medio plazo) la realización de conductas orientadas a la autonomía, integración social, conductas saludables, etc.
        • Una visualización de sí mismo: imaginándose logros, situaciones de bienestar social, personal, etc., que resuelven la tendencia, a menudo larvada, de “lealtad” al ausente desde el mantenimiento del malestar. Imágenes o fantasías que transmitan en definitiva un “permiso” para sentirse progresivamente mejor en su propia vida.

    Autores

    Víctor Landa Petralanda Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (1)
    Jesús Ángel García García Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (2)
    Mónica Moyano Lorenzo Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (3)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco
    Belén Molina González Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (4)
    Máster en Cuidados Paliativos por la Universidad del País Vasco

    (1) Centro de Salud de Basauri/Ariz. OSI Barrualde-Galdakao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (2) Centro de Salud Kueto-Sestao. PALEQUI (equipo consultor de cuidados paliativos). OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.
    (3) Unidad de Cuidados Paliativos. Hospital San Juan de Dios. Santurtzi. Bizkaia. España.
    (4) Centro de Salud de Zuazo. OSI Barakaldo-Sestao. Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Bizkaia. España.

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
    © Descargado el 19/03/2024 9:19:14 Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © . Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.