Fisterra

    Síndrome del intestino irritable

    ¿De qué hablamos?


    El síndrome de intestino irritable (SII) se caracteriza por presentar dolor abdominal recurrente y alteraciones de la defecación (Lacy BE, 2021). Para el diagnóstico se utilizan los criterios de Roma IV (tabla 1).

    La prevalencia del SII se sitúa entre el 7 y el 16% de la población y varía según la región (Camilleri M, 2021). En un metaanálisis en el que se incluyeron 82.476 pacientes de 34 países, siguiendo los criterios de Roma IV, la prevalencia de SII fue del 3,8%. Es más frecuente en mujeres, con un odds ratio de 1,46 (Oka P, 2020).

    La fisiopatología del SII es compleja y participan múltiples factores, a destacar: la alteración de la motilidad y sensibilidad visceral, el eje intestino–cerebro, la permeabilidad, la microbiota y la hiperactivación inmune intestinal (Ford AC, 2018). Estudios epidemiológicos independientes sugieren que aproximadamente la mitad de los trastornos funcionales, entre los que se incluye el SII, comienzan tras un desencadenante psicológico y la mitad restante presentan primero las molestias digestivas y posteriormente el evento estresante, lo que apoya la teoría del eje intestino–cerebro (Black CJ, 2020). Además, el SII se asocia a otras patologías como la fatiga crónica, la fibromialgia o la endometriosis (Valencia C, 2022; Nabi MY, 2022).

    Otro factor de riesgo establecido en al menos el 10% de los casos es el antecedente de infección entérica en los últimos 12 meses, tanto bacteriana como viral o parasitaria. Se conoce como SII post-infeccioso y suele presentar mejor pronóstico (Ford CA, 2020).

    Para el diagnóstico de SII se utilizan frecuentemente pruebas innecesarias o se realizan repetidamente, lo que implica un alto coste sanitario y mayor consumo de recursos (Lacy BE, 2021).

    Tabla 1. Criterios diagnósticos SII Roma IV (Adaptado de Lacy BE, 2021).
    Dolor abdominal recurrente ≥1 vez por semana.

    ≥2 de los siguientes criterios:

    1. Dolor relacionado con la defecación.
    2. Cambio en la frecuencia defecación.
    3. Cambio en la consistencia de las heces.
    Síntomas durante ≥3 meses e inicio de los mismos
    al menos ≥6 meses antes del diagnóstico.

    ¿Cómo se clasifica?

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    ¿Cómo se diagnostica?

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Síndrome del intestino irritable

    Fecha de revisión: 19/02/2024
    • Guía
    Índice de contenidos

    ¿De qué hablamos?


    El síndrome de intestino irritable (SII) se caracteriza por presentar dolor abdominal recurrente y alteraciones de la defecación (Lacy BE, 2021). Para el diagnóstico se utilizan los criterios de Roma IV (tabla 1).

    La prevalencia del SII se sitúa entre el 7 y el 16% de la población y varía según la región (Camilleri M, 2021). En un metaanálisis en el que se incluyeron 82.476 pacientes de 34 países, siguiendo los criterios de Roma IV, la prevalencia de SII fue del 3,8%. Es más frecuente en mujeres, con un odds ratio de 1,46 (Oka P, 2020).

    La fisiopatología del SII es compleja y participan múltiples factores, a destacar: la alteración de la motilidad y sensibilidad visceral, el eje intestino–cerebro, la permeabilidad, la microbiota y la hiperactivación inmune intestinal (Ford AC, 2018). Estudios epidemiológicos independientes sugieren que aproximadamente la mitad de los trastornos funcionales, entre los que se incluye el SII, comienzan tras un desencadenante psicológico y la mitad restante presentan primero las molestias digestivas y posteriormente el evento estresante, lo que apoya la teoría del eje intestino–cerebro (Black CJ, 2020). Además, el SII se asocia a otras patologías como la fatiga crónica, la fibromialgia o la endometriosis (Valencia C, 2022; Nabi MY, 2022).

    Otro factor de riesgo establecido en al menos el 10% de los casos es el antecedente de infección entérica en los últimos 12 meses, tanto bacteriana como viral o parasitaria. Se conoce como SII post-infeccioso y suele presentar mejor pronóstico (Ford CA, 2020).

    Para el diagnóstico de SII se utilizan frecuentemente pruebas innecesarias o se realizan repetidamente, lo que implica un alto coste sanitario y mayor consumo de recursos (Lacy BE, 2021).

    Tabla 1. Criterios diagnósticos SII Roma IV (Adaptado de Lacy BE, 2021).
    Dolor abdominal recurrente ≥1 vez por semana.

    ≥2 de los siguientes criterios:

    1. Dolor relacionado con la defecación.
    2. Cambio en la frecuencia defecación.
    3. Cambio en la consistencia de las heces.
    Síntomas durante ≥3 meses e inicio de los mismos
    al menos ≥6 meses antes del diagnóstico.

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    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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    ¿De qué hablamos?


    El síndrome de intestino irritable (SII) se caracteriza por presentar dolor abdominal recurrente y alteraciones de la defecación (Lacy BE, 2021). Para el diagnóstico se utilizan los criterios de Roma IV (tabla 1).

    La prevalencia del SII se sitúa entre el 7 y el 16% de la población y varía según la región (Camilleri M, 2021). En un metaanálisis en el que se incluyeron 82.476 pacientes de 34 países, siguiendo los criterios de Roma IV, la prevalencia de SII fue del 3,8%. Es más frecuente en mujeres, con un odds ratio de 1,46 (Oka P, 2020).

    La fisiopatología del SII es compleja y participan múltiples factores, a destacar: la alteración de la motilidad y sensibilidad visceral, el eje intestino–cerebro, la permeabilidad, la microbiota y la hiperactivación inmune intestinal (Ford AC, 2018). Estudios epidemiológicos independientes sugieren que aproximadamente la mitad de los trastornos funcionales, entre los que se incluye el SII, comienzan tras un desencadenante psicológico y la mitad restante presentan primero las molestias digestivas y posteriormente el evento estresante, lo que apoya la teoría del eje intestino–cerebro (Black CJ, 2020). Además, el SII se asocia a otras patologías como la fatiga crónica, la fibromialgia o la endometriosis (Valencia C, 2022; Nabi MY, 2022).

    Otro factor de riesgo establecido en al menos el 10% de los casos es el antecedente de infección entérica en los últimos 12 meses, tanto bacteriana como viral o parasitaria. Se conoce como SII post-infeccioso y suele presentar mejor pronóstico (Ford CA, 2020).

    Para el diagnóstico de SII se utilizan frecuentemente pruebas innecesarias o se realizan repetidamente, lo que implica un alto coste sanitario y mayor consumo de recursos (Lacy BE, 2021).

    Tabla 1. Criterios diagnósticos SII Roma IV (Adaptado de Lacy BE, 2021).
    Dolor abdominal recurrente ≥1 vez por semana.

    ≥2 de los siguientes criterios:

    1. Dolor relacionado con la defecación.
    2. Cambio en la frecuencia defecación.
    3. Cambio en la consistencia de las heces.
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