La artrosis se define como una enfermedad articular crónica y degenerativa que afecta al tejido articular, principalmente al cartílago, provocando dolor, edema y rigidez. Es en la actualidad la patología articular crónica más común y una de las principales causas de dolor y discapacidad en todo el mundo (Vitaloni M, 2019).

La rodilla está formada por estructuras óseas (fémur distal, tibia proximal y rótula), cartilaginosas (menisco y cartílago libre) y ligamentosas. La membrana sinovial es la responsable de la producción del líquido sinovial, que lubrica la superficie articular y nutre el cartílago vascular (Jang S, 2021).

En la gonartrosis los síntomas y los signos son derivados de la restricción funcional, los cambios morfológicos en el hueso subcondral, la degeneración del cartílago articular y el daño al tejido blando circundante, ocasionando dolor, rigidez, reducción del movimiento de la superficie articular y debilidad muscular, así como alteraciones en el patrón de sueño, fatiga, depresión y discapacidad a largo plazo.

Su prevalencia se estima en aproximadamente 368 millones de personas en todo el mundo, habiendo aumentado en las últimas décadas de manera exponencial debido al incremento de la obesidad y otros factores de riesgo. La de Estados Unidos es similar a la de Europa, con tasas más bajas en el sur de Asia (Litwic A, 2013; Primorac D, 2020).

La prevalencia de la artrosis de rodilla en >40 años en España es del 13,8%, siendo más frecuente en mujeres (Blanco FJ, 2021).

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra