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Depresión mayor en el adulto: factores de riesgo y diagnóstico
Fecha de la última revisión: 22/11/2019
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¿De qué hablamos?
La depresión se presenta como un conjunto de síntomas de predominio afectivo (tristeza patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida), aunque, en mayor o menor grado, también están presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo y somático, por lo que podría hablarse de una afectación global de la vida psíquica y física (Grupo de trabajo de la GPC de la Depresión en el Adulto, 2014).
La posibilidad diagnóstica de un trastorno depresivo se suele plantear a partir de datos observacionales poco específicos, como el deterioro en la apariencia y en el aspecto personal, enlentecimiento psicomotriz, tono de voz bajo, facies triste, llanto fácil o espontáneo, disminución de la atención, verbalización de ideas pesimistas (culpa, hipocondría, ruina, etc.), alteraciones del sueño y quejas somáticas inespecíficas. La base para distinguir los cambios patológicos de los ordinarios viene dada por la persistencia de la clínica, su gravedad y el grado de deterioro funcional y social (Grupo de trabajo de la GPC de la Depresión en el Adulto, 2014).
La sintomatología de la enfermedad puede ser distinta con la edad: los jóvenes muestran síntomas fundamentalmente comportamentales, mientras que los adultos mayores tienen con mayor frecuencia síntomas somáticos.
En algunos casos se asocia a otras entidades psicopatológicas como la ansiedad, la distimia, las crisis de pánico, el abuso de alcohol u otras sustancias, algunas enfermedades orgánicas cerebrales y sistémicas, y trastornos de la conducta alimentaria y algunos de la personalidad.
La proporción de la población mundial con depresión se estima en el 4%; un 5,2% en España. Es más común en mujeres que en hombres (5,1 frente a 3,6%), varía según la región y está en aumento en los últimos años. Su prevalencia aumenta con la edad hasta los 60-64 años, para declinar luego, aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida (WHO, 2017).
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Autores
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Arturo Louro González | Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (1) | |
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Gerardo Atienza Merino | Doctor en Medicina (2) | |
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Yolanda Triñanes Pego | Licenciada en Psicología (3) | |
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María Álvarez Ariza | Médico Especialista en Psiquiatría (4) | |
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Amparo González García | Diplomada en Enfermería. Especialista en Salud Mental (5) |
(1) Servicio de Atención Primaria de San José. Servicio Galego de Saúde. A Coruña. España. (2) Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente. Hospital Clínico Universitario de Santiago. Servicio Galego de Saúde. Santiago de Compostela (A Coruña). España. (3) Técnica de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia. Consellería de Sanidade. España. (4) Complejo Hospitalario Universitario de Vigo. Servicio Galego de Saúde. Vigo (Pontevedra). España. (5) Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Servicio Galego de Saúde. Ourense. España. |
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.