Obesidad: consejos generales
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Consejos generales
La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial causante, por sí misma, de numerosas complicaciones como la diabetes, la hipertensión o la dislipemia. No es un problema estético, sino de salud.
El tratamiento debe ser integral y garantizar a largo plazo y de forma progresiva una pérdida de peso, teniendo en cuenta todos los factores implicados: grado de sobrepeso, tipo de alimentación, nivel de actividad física, motivación para cumplir el tratamiento, etc.
Valore estas dos cuestiones:
- ¿Cuál es su peso saludable? Una pérdida del 5-10% de su peso actual aportará grandes beneficios a su organismo, además de mejorar notablemente su aspecto.
- ¿Qué plazo es el adecuado? El ritmo de pérdida de peso varía mucho entre las personas ya que depende de múltiples factores. No obstante, debe ser siempre progresiva y realista. Las pérdidas de peso rápidas no son saludables.
Acuda a un profesional de la nutrición que personalice su alimentación, donde pueda realizar un seguimiento de su peso y composición corporal periódicamente, y donde puedan valorarle para tener un pronóstico más realista. Tenga en cuenta que al ser un tratamiento integrado debe considerar la intervención nutricional, médica y psicológica, además por supuesto de un incremento de la actividad física:
- Plan nutricional: basado en la Dieta Mediterránea, ajustado a su caso particular.
- Ejercicio físico: constante y progresivo.
- Tratamiento médico: en caso de que lo necesite.
- Apoyo psicológico: acompañar en el tiempo y que no baje la motivación.
Consejos y recomendaciones para bajar de peso
- Mantenga un ritmo de ingesta a lo largo del día para llegar saciado a las comidas principales.
- Planifique las comidas y cenas con antelación para que siempre disponga de alimentos saludables listos para consumir.
- Organice el menú semanal dando prioridad a los alimentos de temporada.
- Equilibre su plato entre proteínas, hidratos de carbono y verduras.
- Aumente la frecuencia de consumo semanal de legumbres como fuente de hidratos de carbono.
- Priorice el pescado (blanco y azul) frente a la carne blanca o roja.
- Asegure el consumo diario de frutas y verduras para mejorar el tránsito intestinal.
- Beba agua diariamente y no la sustituya por refrescos aunque sean light o zero.
- Controle las cantidades en general y si se excede intente compensar en la siguiente ingesta o en días posteriores.
- Realice ejercicio físico con una frecuencia mínima de 3 veces a la semana.
- Coma sentado, despacio y masticando muy bien los alimentos. De bocados pequeños con pequeñas cantidades.
- Entre bocado y bocado, deje los cubiertos sobre la mesa.
- Coma en un lugar concreto, no coma caminando en lugares improvisados o de paso.
- Los productos dietéticos light o zero están asociados a una mayor ingesta por lo que no debe abusar de ellos.
- Limite el consumo de alcohol y dulces solo a ocasiones especiales.
Consejos para una buena alimentación
- La alimentación debe ser variada, equilibrada, suficiente y placentera.
- Planifique las comidas del día con antelación para disponer siempre de alimentos saludables listos para consumir.
- Consuma frutas y verduras de temporada, enteras y al menos dos veces al día.
- Incluya las legumbres semanalmente más de 4 veces a la semana.
- Aumente el consumo de pescado fresco (blanco y azul), y deje las conservas para momentos puntuales.
- Disminuya el consumo de carnes rojas.
- Consuma lácteos fermentados, como probióticos, al menos 2 veces al día.
- Beba abundante agua, entre 1,5 y 2 L al día sin obsesionarse.
- Evite el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados o alimentos fritos o cocinados con excesiva grasa.
- No almacene alimentos altamente calóricos y ricos en azúcares. Tenga a mano tentempiés más saludables: verduras, lácteos desnatados, frutas.
- Los dulces y los snacks salados son alimentos de consumo ocasional por lo que no están prohibidos, sino limitados.
- Coma sentado, despacio y mastique muy bien los alimentos.
- Coma en un lugar concreto, no coma caminando en lugares improvisados o de paso.
- Mientras coma no lea ni vea la televisión.
Consejos a la hora de hacer la compra
- Organice un menú semanal, seleccione aquellos alimentos que necesita para llevarlo a cabo y haga una lista de la compra.
- En la lista de la compra solo debe apuntar lo que realmente necesita para su alimentación diaria; los que sean de consumo ocasional como dulces, patatas o alcohol lo comprará en el momento.
- La vida social y los excesos forman parte de la vida, no se trata de no “disfrutarla” sino de colocar los alimentos de consumo ocasional en momentos determinados.
- Evite hacer la compra con hambre: si hace tiempo que ha comido puede tomar una fruta antes de salir.
- Hay alimentos perecederos como la fruta y la verdura que no tienen mucha vida útil por lo que tendrá que ajustar la cantidad para evitar tirar alimentos.
- Escoja preferentemente alimentos frescos (pescados o huevos), de temporada (frutas y verduras) y evite los procesados.
- Los alimentos congelados son una buena opción ya que están mínimamente procesados.
- Aprenda a leer las etiquetas (ingredientes e información nutricional) para poder seleccionar o descartar un producto alimentario como un yogur de un postre lácteo.
Consejos para preparar las comidas
- Tenga la comida o cena medio preparada o al menos pensada.
- Utilice formas de cocinar sencillas, que no requieran mucho aceite: plancha, grill, horno, microondas.
- La cocción al vapor con la olla a presión permite cocinar con poca agua y se preservan todas las propiedades de los alimentos.
- Para cocinar carnes y pescados envuélvalas en papel de aluminio (papillote), así se cocinan en su propio jugo, conservándose tiernos y gustosos, sin necesidad de añadirle grasa.
- Cuando haga estofados, prepárelos con antelación. Déjelos enfriar en la nevera y retire la capa de grasa con una cuchara o espátula. De esta manera conserva el sabor sin apenas grasa.
- Cuando elabore vinagretas, invierta la proporción habitual de tres partes de aceite por una de vinagre a tres partes de vinagre por una de aceite. Para que el sabor no sea tan ácido utilice vinagre de sabores (de manzana, de frambuesas, etc.).
- Si necesita utilizar alguna salsa para añadir a una ensalada puede utilizar yogur natural desnatado, rebajado con zumo de limón. Se bate bien y se queda una crema suave y baja en calorías. También puede probar con salsa de soja. Añadiéndole alguna especia o hierba aromática que le apetezca.
- Para preparar salsas de leche o queso utilice leche desnatada o queso tipo parmesano, que contiene menos calorías y es más aromático. En la preparación de la salsa bechamel emplee aceite de oliva o margarina baja en calorías y leche desnatada.
- Las salsas comerciales son ricas en grasas y en sodio.
- Utilizar platos pequeños donde la cantidad de comida a servir se vea mayor.
- Sírvase sólo la cantidad que deba comer y no repita. No mantenga la fuente de servir en la mesa y deseche las sobras de la comida.