La estimación del riesgo cardiovascular es la forma más razonable y coste-efectiva de determinar las prioridades de prevención cardiovascular en personas asintomáticas y permite asignar los recursos en función de las necesidades, entendiendo como tales el riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular.
En las últimas décadas, el cálculo del riesgo de presentar una enfermedad coronaria en Norteamérica y Europa se ha basado en la función de Framingham. Sin embargo, esta función sobrestima el riesgo en algunas de las poblaciones estudiadas.
Para el cálculo del riesgo en enfermedad coronaria con la función de Framingham adaptada de REGICOR (Registre Gironí del Cor), Fisterra utiliza la Función de Riesgo de REGICOR.
Esta función está calibrada para uso en población española y permite conocer cuál es la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio o una angina de pecho en los próximos 10 años. Dado que la arteriosclerosis puede afectar a todas las arterias del cuerpo humano, esta estimación puede hacerse extensible a otros eventos, como el accidente vascular cerebral, aunque la precisión del resultado sea menor.