La pitiriasis rosada (PR) es un trastorno inflamatorio de la piel, de carácter benigno y autolimitado, que consiste en la aparición de lesiones papulomaculoescamosas pruriginosas en tronco y en regiones proximales de brazos y piernas.

Afecta predominantemente a adolescentes y adultos jóvenes, siendo más frecuente en mujeres que en hombres (Litchman G, 2022).

Suele tener predominio estacional, dándose principalmente en primavera y otoño (Chuh AA, 2007).

La etiología de la pitiriasis rosada es desconocida; sin embargo, la variación estacional y la agrupación de casos sugieren un origen infeccioso. La hipótesis más aceptada es la etiología viral, puesto que suele cursar con pródromos como malestar general, cefalea, odinofagia, fiebre, entre otros. Asimismo, se han identificado partículas similares a virus mediante microscopía electrónica, que podrían apoyar esta teoría (Mahajan K, 2016; Eisman S, 2015; Stulberg DL, 2004).

Recientemente se ha identificado la reactivación de infecciones latentes por los virus del herpes humano VHH-6 y VHH-7 como posibles agentes etiológicos (Litchman G, 2022; Leung AKC, 2021; Broccolo F, 2005).

No obstante, todavía se necesitan más estudios para establecer el origen causal de esta enfermedad.

Por otro lado, se han objetivado exantemas similares a la pitiriasis rosada tras la administración de vacunas como bacilo Calmette-Guérin, influenza A (H1N1), difteria, viruela, hepatitis B, neumococo y COVID-19 (Litchman G, 2022).

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra