Otitis externa
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¿De qué hablamos?
La otitis externa (OE) se define como un proceso inflamatorio que afecta a la piel del conducto auditivo externo (CAE). Se puede clasificar desde un punto de vista clínico en: OE difusa, cuando se extiende hasta el pabellón auricular o hasta la membrana timpánica, y circunscrita cuando corresponde a un forúnculo localizado. Por otro lado, se puede diferenciar una forma de presentación aguda de otra forma crónica, cuando los síntomas son recurrentes o duran más de tres meses.
En función de su etiología se puede clasificar en (Rosenfeld RM, 2014; Llor C, 2014; Barry V, 2021):
- Infecciosa: es la causa más frecuente de OE aguda. Las dos bacterias aisladas con más frecuencia son Stphylococcus aureus (10-70%) y Pseudomona aeruginosa (20-60%), aunque alrededor de un tercio de los casos es polimicrobiana. En un 2% puede ser secundaria a hongos y se denomina otomicosis, que es más frecuente en las formas crónicas de OE, en los climas tropicales o subtropicales y en pacientes que previamente han recibido tratamiento con antibiótico tópico. Los gérmenes más frecuentes implicados son: Asperguillus niger (60-90%) y Candida albicans (10-40%).
- Inflamatoria no infecciosa (problemas de la piel como dermatitis seborreica, eccema o reacciones alérgicas que son también más frecuentes en las formas crónicas).
- Mixta. Historia previa de eccema que se complica con sobreinfección bacteriana o micótica.
En general, se trata de un proceso autolimitado que mejora en las primeras horas del inicio del tratamiento. Sin embargo, existe una forma infecciosa complicada y grave de OE denominada maligna (OEM), con frecuencia causada por la Pseudomona (90%), que afecta a los tejidos más profundos del CAE y a veces al hueso. Puede darse en pacientes ancianos, inmunodeprimidos, diabéticos mal controlados o cuando hay un antecedente de tratamiento con radioterapia local (Rosenfeld RM, 2014; Barry V, 2021).
Están descritos posibles factores desencadenantes de la OE: la humedad excesiva (lavarse la cabeza en el baño o practicar la natación), la manipulación con objetos irritantes en la piel del conducto, ser portador de prótesis auditivas, obstrucción del CAE por alteraciones anatómicas como exóstosis, estenosis o tapones de cera, así como por enfermedades de la piel como la psoriasis (Rosenfeld RM, 2014; Wipperman J, 2014; Lee H, 2013).
¿Cómo se diagnostica?
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¿Cuál es su tratamiento?
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Bibliografía
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Autores
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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