Fisterra

    Medicación de urgencia en los centros de salud

    ¿De qué hablamos?


    Cualquier centro sanitario puede ser el lugar donde se tenga que atender de forma inicial todo tipo de patología urgente. Sin embargo, no todos los dispositivos asistenciales tienen que contar con la misma dotación instrumental y farmacológica para que la atención urgente se preste con la mayor profesionalidad.

    En ocasiones, la situación urgente en atención primaria no se tratará de una emergencia vital propiamente dicha, como la atención a una parada cardiorrespiratoria (Duff JP, 2018, Perkins GD, 2021, Berg KM, 2024, Hewett Brumberg EK, 2024), sino de una enfermedad aguda leve, del agravamiento de un proceso crónico previo (hipertensión arterial, enfermedad cardiaca o respiratoria) u otras situaciones, como el empeoramiento de un paciente con una enfermedad avanzada o en fase terminal.

    La dotación de medicación para la actuación de emergencias en los centros de salud debe estar presidida por criterios de proporcionalidad y racionalidad. No procede disponer de todo tipo de fármacos si no se tiene el adiestramiento necesario para su administración. Asimismo, no han de tener el mismo equipamiento centros de salud con área específica de urgencias o centros de salud alejados de los hospitales que aquellos únicamente funcionando en jornada habitual y cercanos a un hospital. También difiere de aquellos que compartan espacio y equipamiento con equipos de soporte de atención domiciliaria, centros de continuidad asistencial o unidades de odontología.

    El stock de medicación existente en los centros de salud ha de ser establecido por los respectivos servicios de salud (Bernardo de Quirós M, 2024). Pueden incluso existir peculiaridades derivadas de la dispersión geográfica que hagan necesario disponer de medicación adicional de uso no estrictamente urgente para ser facilitada a los pacientes hasta que puedan acceder a una farmacia (antitérmicos, analgésicos y antibióticos).

    Se dispondrá únicamente de la medicación autorizada por los servicios de salud correspondientes, evitando la presencia de medicamentos caducados, en mal estado o no proporcionados por los mismos.

    En la mayoría de situaciones críticas el médico actuará con un planteamiento sindrómico, disponiendo únicamente de la historia clínica, anamnesis, exploración física, toma de constantes vitales y electrocardiógrafo. La administración de un medicamento sin disponer de dispositivos de monitorización de ciertos parámetros puede ser incluso más arriesgada que una actitud de estabilización y soporte mientras se procede a la evacuación o a la llegada de otro dispositivo más avanzado.

    Organización de los botiquines de urgencia en el centro de salud

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Carro de parada

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Maletines de urgencia

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Bibliografía

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Más en la red

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Autores

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Medicación de urgencia en los centros de salud

    Fecha de revisión: 02/09/2025
    • Guía
    Índice de contenidos

    ¿De qué hablamos?


    Cualquier centro sanitario puede ser el lugar donde se tenga que atender de forma inicial todo tipo de patología urgente. Sin embargo, no todos los dispositivos asistenciales tienen que contar con la misma dotación instrumental y farmacológica para que la atención urgente se preste con la mayor profesionalidad.

    En ocasiones, la situación urgente en atención primaria no se tratará de una emergencia vital propiamente dicha, como la atención a una parada cardiorrespiratoria (Duff JP, 2018, Perkins GD, 2021, Berg KM, 2024, Hewett Brumberg EK, 2024), sino de una enfermedad aguda leve, del agravamiento de un proceso crónico previo (hipertensión arterial, enfermedad cardiaca o respiratoria) u otras situaciones, como el empeoramiento de un paciente con una enfermedad avanzada o en fase terminal.

    La dotación de medicación para la actuación de emergencias en los centros de salud debe estar presidida por criterios de proporcionalidad y racionalidad. No procede disponer de todo tipo de fármacos si no se tiene el adiestramiento necesario para su administración. Asimismo, no han de tener el mismo equipamiento centros de salud con área específica de urgencias o centros de salud alejados de los hospitales que aquellos únicamente funcionando en jornada habitual y cercanos a un hospital. También difiere de aquellos que compartan espacio y equipamiento con equipos de soporte de atención domiciliaria, centros de continuidad asistencial o unidades de odontología.

    El stock de medicación existente en los centros de salud ha de ser establecido por los respectivos servicios de salud (Bernardo de Quirós M, 2024). Pueden incluso existir peculiaridades derivadas de la dispersión geográfica que hagan necesario disponer de medicación adicional de uso no estrictamente urgente para ser facilitada a los pacientes hasta que puedan acceder a una farmacia (antitérmicos, analgésicos y antibióticos).

    Se dispondrá únicamente de la medicación autorizada por los servicios de salud correspondientes, evitando la presencia de medicamentos caducados, en mal estado o no proporcionados por los mismos.

    En la mayoría de situaciones críticas el médico actuará con un planteamiento sindrómico, disponiendo únicamente de la historia clínica, anamnesis, exploración física, toma de constantes vitales y electrocardiógrafo. La administración de un medicamento sin disponer de dispositivos de monitorización de ciertos parámetros puede ser incluso más arriesgada que una actitud de estabilización y soporte mientras se procede a la evacuación o a la llegada de otro dispositivo más avanzado.

    Organización de los botiquines de urgencia en el centro de salud

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Carro de parada

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Maletines de urgencia

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Bibliografía

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Más en la red

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Autores

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Medicación de urgencia en los centros de salud

    Fecha de revisión: 02/09/2025

    ¿De qué hablamos?


    Cualquier centro sanitario puede ser el lugar donde se tenga que atender de forma inicial todo tipo de patología urgente. Sin embargo, no todos los dispositivos asistenciales tienen que contar con la misma dotación instrumental y farmacológica para que la atención urgente se preste con la mayor profesionalidad.

    En ocasiones, la situación urgente en atención primaria no se tratará de una emergencia vital propiamente dicha, como la atención a una parada cardiorrespiratoria (Duff JP, 2018, Perkins GD, 2021, Berg KM, 2024, Hewett Brumberg EK, 2024), sino de una enfermedad aguda leve, del agravamiento de un proceso crónico previo (hipertensión arterial, enfermedad cardiaca o respiratoria) u otras situaciones, como el empeoramiento de un paciente con una enfermedad avanzada o en fase terminal.

    La dotación de medicación para la actuación de emergencias en los centros de salud debe estar presidida por criterios de proporcionalidad y racionalidad. No procede disponer de todo tipo de fármacos si no se tiene el adiestramiento necesario para su administración. Asimismo, no han de tener el mismo equipamiento centros de salud con área específica de urgencias o centros de salud alejados de los hospitales que aquellos únicamente funcionando en jornada habitual y cercanos a un hospital. También difiere de aquellos que compartan espacio y equipamiento con equipos de soporte de atención domiciliaria, centros de continuidad asistencial o unidades de odontología.

    El stock de medicación existente en los centros de salud ha de ser establecido por los respectivos servicios de salud (Bernardo de Quirós M, 2024). Pueden incluso existir peculiaridades derivadas de la dispersión geográfica que hagan necesario disponer de medicación adicional de uso no estrictamente urgente para ser facilitada a los pacientes hasta que puedan acceder a una farmacia (antitérmicos, analgésicos y antibióticos).

    Se dispondrá únicamente de la medicación autorizada por los servicios de salud correspondientes, evitando la presencia de medicamentos caducados, en mal estado o no proporcionados por los mismos.

    En la mayoría de situaciones críticas el médico actuará con un planteamiento sindrómico, disponiendo únicamente de la historia clínica, anamnesis, exploración física, toma de constantes vitales y electrocardiógrafo. La administración de un medicamento sin disponer de dispositivos de monitorización de ciertos parámetros puede ser incluso más arriesgada que una actitud de estabilización y soporte mientras se procede a la evacuación o a la llegada de otro dispositivo más avanzado.

    Organización de los botiquines de urgencia en el centro de salud

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Carro de parada

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Maletines de urgencia

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Bibliografía

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Más en la red

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Autores

    Para ver el texto completo debe de estar suscrito a Fisterra

    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
    © Descargado el 10/11/2025 0:31:36 Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © . Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.