Medicación de urgencia en los centros de salud
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¿De qué hablamos?
Cualquier centro sanitario puede ser el lugar donde se tenga que atender de forma inicial todo tipo de patología urgente. Sin embargo, no todos los dispositivos asistenciales tienen que contar con la misma dotación instrumental y farmacológica para que la atención urgente se preste con la mayor profesionalidad.
En ocasiones, la situación urgente en Atención Primaria no se tratará de una emergencia vital propiamente dicha, sino de una enfermedad aguda leve, del agravamiento de un proceso crónico previo (hipertensión arterial, enfermedad cardíaca o respiratoria), u otras situaciones como el empeoramiento de un paciente con una enfermedad avanzada o en fase terminal.
La dotación de medicación para la actuación de emergencias en los centros de salud debe estar presidida por criterios de proporcionalidad y racionalidad. No procede disponer de todo tipo de fármacos si no se tiene el adiestramiento necesario para su administración. Asimismo, no han de tener el mismo equipamiento centros de salud con área específica de urgencias o centros de salud alejados de los hospitales, que aquellos únicamente funcionando en jornada habitual y cercanos a un hospital.
El stock de medicación existente en los centros de salud ha de ser establecido por los respectivos servicios de salud. Pueden incluso existir peculiaridades derivadas de la dispersión geográfica que hagan necesario disponer de medicación adicional de uso no estrictamente urgente para ser facilitada a los pacientes hasta que puedan acceder a una farmacia (antitérmicos, analgésicos y antibióticos).
Se dispondrá únicamente de la medicación autorizada por los servicios de salud correspondientes, evitando la presencia de medicamentos caducados, en mal estado o no proporcionados por los mismos. Únicamente se utilizarán para las indicaciones aprobadas en ficha técnica (tabla 1).
Es preciso señalar que la administración de ciertos fármacos necesarios en situaciones urgentes requiere la utilización de exploraciones complementarias (analíticas para determinación de parámetros bioquímicos o hematológicos) o de cierto material no disponible habitualmente en Atención Primaria. En la mayoría de situaciones críticas el médico actuará con un planteamiento sindrómico, disponiendo únicamente de la historia clínica, anamnesis, exploración física, toma de constantes vitales y electrocardiógrafo. La administración de un medicamento sin disponer de dispositivos de monitorización de ciertos parámetros puede ser incluso más arriesgada que una actitud de estabilización y soporte mientras se procede a la evacuación o a la llegada de otro dispositivo más avanzado.
Organización de los botiquines de urgencia en el centro de salud
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Carro de parada
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Maletines de urgencia
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Bibliografía
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Autores
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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