Enfermedad hepática grasa no alcohólica
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¿De qué hablamos?
La enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA) se ha convertido en la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en niños y adultos en nuestro medio, asociado con el aumento de obesidad y síndrome metabólico, y es una causa creciente de enfermedad hepática avanzada en Europa (Aller R, 2018).
La prevalencia global de EHGNA es de aproximadamente el 25%, oscilando del 13% en África al 42% en el Sudeste asiático (Huang DQ, 2021). En España, la prevalencia estimada mediante estudios poblacionales es del 25,8%, aumentando en paralelo a la del síndrome metabólico y sus componentes, en especial la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) (Aller R, 2018). En pacientes con obesidad asciende al 59,3% (Aller R, 2018) y con síndrome metabólico oscila entre el 43-53,6% (Fabrellas N, 2018).
La definición actual requiere que el 5% o más de los hepatocitos muestren esteatosis macrovesicular, en ausencia de una causa alternativa fácilmente identificada de esteatosis tales como: hepatitis viral crónica, medicamentos que inducen esteatosis u otras enfermedades hepáticas crónicas (hepatitis autoinmune, hemocromatosis o enfermedad de Wilson), en personas que beben poco o nada de alcohol (definido como <20 g/d para mujeres y <30 g/d para hombres) (Rinella ME, 2023).
La EHGNA está estrechamente relacionada con el desarrollo de anomalías metabólicas. La obesidad central y el aumento de la grasa visceral confieren un mayor riesgo de resistencia a la insulina, enfermedad cardiovascular y fibrosis hepática (Cusi K, 2022; Rinella ME, 2023). La DM2 es el factor de riesgo que más impacto tiene en el desarrollo de EHGNA, en la progresión de la fibrosis y hepatocarcinoma. La probabilidad de desarrollar fibrosis avanzada aumenta con la duración de la DM tipo 2 (Rinella ME, 2023). También se ha relacionado las alteraciones en la flora intestinal con la EHGNA. La disbiosis intestinal secundaria a una dieta rica en grasa contribuye a la enfermedad hepática metabólica grasa al producir cambios en el balance energético de la dieta, disminuir la síntesis de colina y promover la endotoxemia secundaria al aumento de la permeabilidad intestinal (Aller R, 2018).
Esta patología hepática se considera una enfermedad multisistémica, vinculada al aumento de incidencia y prevalencia de enfermedad renal crónica, DM2 y enfermedad cardiovascular. Estos hallazgos demuestran que se encuentra entre los problemas de salud pública más graves y emergentes de nuestro tiempo y por tanto son necesarias intervenciones para su prevención, diagnóstico y tratamiento. Incluye un amplio espectro de enfermedades que van desde la esteatosis hepática simple a la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) con fibrosis. La EHNA puede evolucionar a fibrosis avanzada, cirrosis y carcinoma hepatocelular (CHC) (Aller R, 2018).
Su patogénesis se relaciona con factores ambientales, dietéticos y principalmente los estilos de vida sedentarios. También se apuntan a factores genéticos los cuales desempeñan un papel importante en la modulación de su aparición, su gravedad y el pronóstico a largo plazo (Severson TJ, 2016).
¿Cómo se diagnostica?
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¿Cuándo realizar cribado?
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¿Cuándo realizar el seguimiento?
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¿Cuál es su pronóstico?
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¿Cuál es su tratamiento?
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Bibliografía
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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