Fiebre sin foco en el lactante
Fecha de la última revisión: 06/02/2018
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¿De qué hablamos?
La fiebre sin foco es uno de los motivos más frecuente de consulta en pediatría, y supone alrededor del 20-30% del total de las consultas en urgencias. En la mayoría de los casos se debe a procesos virales leves, autolimitados y benignos, aunque la fiebre puede ser la única manifestación de una infección bacteriana grave, lo que supone un reto diagnóstico para el clínico.
La fiebre se define como una temperatura mayor o igual a 38 ºC en una determinación rectal. En otros lugares de medición, se tiende a aceptar el mismo punto de corte, aunque tienen menor sensibilidad. El concepto de fiebre sin foco (FSF) se refiere a una enfermedad febril aguda, de menos de 72 horas, en un niño menor de 36 meses, en la que no se encuentra la causa tras una anamnesis y exploración física detallada. Estos pacientes presentan riesgo de presentar una bacteriemia oculta (BO) (NICE, 2007), es decir, la presencia de bacterias en hemocultivo en un paciente con FSF con buen estado general. A su vez, un pequeño porcentaje de estos pacientes desarrollará una infección bacteriana grave (IBG) (<2%) (NICE, 2007), entre las que se incluyen la sepsis, meningitis, bacteriemia, neumonía, infección urinaria (ITU), enteritis bacteriana, celulitis, infecciones óseas y articulares. El manejo de estos pacientes tiene el objetivo de identificar aquellos niños con riesgo de BO e IBG, para tratarlos de forma adecuada y precoz, y no realizar pruebas innecesarias en el resto de pacientes.
Desde la introducción de las vacunas conjugadas frente a Haemophilus influenzae tipo B, meningococo C y Streptococcus pneumoniae, se ha reducido mucho la incidencia de BO, que actualmente en nuestro medio es inferior al 1% (Alpern ER, 2000; Bandyopadhyay S, 2002; Kaplan SL, 2004; Mintegi Raso S, 2010). En España, desde el 2016 se incluye en el calendario vacunal propuesto por la Asociación Española de Pediatría (AEPED) la vacunación con la vacuna conjugada frente al neumococo, aconsejando la vacuna 13 valente; y en 2013 se autorizó el uso de la vacuna contra el meningococo B en la Unión Europea, recomendada por la AEPED, no financiada en el momento actual. Este germen puede producir cuadro de infección grave, como sepsis y meningitis, cuya incidencia se espera que disminuya con el uso de la vacuna (Comité asesor de vacunas AEPED, 2016).
A la hora del manejo, es muy importante tener en cuenta la edad del paciente, ya que la etiología y el riesgo de infección bacteriana grave difieren según el grupo de edad. En los primeros meses de edad, existe una inmadurez del sistema inmunológico (mayor a más pequeño sea el paciente) (Gonzalo de Liria CR, 2011), lo que hace susceptibles a estos pacientes de presentar un cuadro grave.
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Autora
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Laura Díaz Ruiz | Médico Especialista en Pediatría |
Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Hospital Universitario 12 de Octubre. Servicio Madrileño de Salud. Madrid. |
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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