Estado epiléptico en el adulto
Fecha de la última revisión: 03/02/2020
Índice de contenidos |
¿De qué hablamos?
El estado epiléptico (EE) se define como la presencia de una crisis epiléptica prolongada bien en forma convulsiva (a la que se refiere esta guía) o no convulsiva. La duración del episodio convulsivo determina su definición, por lo que desde el punto de vista práctico se considera EE convulsivo generalizado en el adulto a las situaciones en que exista una convulsión continua de 5 o más minutos de duración, o la presencia de 2 o más episodios convulsivos sin que haya recuperación íntegra del nivel de conciencia entre ellos (Brophy GM, 2012).
Recientemente se han introducido dos parámetros más a evaluar (Trinka E, 2015):
- Tiempo en el que fallan los mecanismos de control para la finalización de una convulsión o la puesta en marcha de los que evitan su prolongación (T1).
- Posibilidad de aparición de lesión, muerte o daño de las redes neuronales a partir de un periodo de tiempo y tipo de convulsión (T2).
En el EE convulsivo generalizado se consideraría 5 y 30 minutos como los valores para T1 y T2, pero no están, por el momento, definidos claramente estos tiempos para los otros tipos de EE y, mucho menos para el no convulsivo.
El estado epiléptico refractario (EER) se define como el EE de más de 60 minutos de duración o su persistencia tras el uso de 2 anticonvulsivantes de segunda línea utilizados correctamente (Mercadé Cerdá JM, 2016).
Es la segunda causa más frecuente de emergencia neurológica. La incidencia del EE varía entre 10-40/100.000 personas y de éstas el 23-43% presentarán un EER. Los estudios de mortalidad apuntan cifras muy variables (3-33%) y es hasta tres veces mayor en pacientes que han tenido un EER. Los factores de riesgo que se asocian a mayor mortalidad son: presentación con isquemia o hipoxia cerebral, mayor duración de la crisis (superior en aquellas que duran más de 1 hora), edad avanzada (38-67%, superior en mayores de 60 años), sexo femenino, presentación clínica (las crisis focales se asocian a mejor pronóstico), comorbilidad asociada y necesidad de ingreso hospitalario (61%) (Meierkord H, 2010; Rossetti AO, 2011; Foreman B, 2012; Hunter G, 2012).
Sus causas más frecuentes son (Walker M, 2005; SEN, 2008; Tan RY, 2010; Hunter G, 2012):
- Origen cerebrovascular (en adultos).
- Intoxicación o abstinencia alcohólica (en adultos jóvenes).
- Infecciones con fiebre (en niños).
- Incumplimiento terapéutico en pacientes diagnosticados previamente de epilepsia.
- Hipoxia.
- Alteraciones metabólicas (alteraciones electrolíticas, hipo e hiperglucemia, uremia, fallo hepático).
- Traumatismo craneal.
- Tumores cerebrales.
Causas menos frecuentes son: enfermedades autoinmunes, mitocondriales, infecciosas, genéticas y fármacos.
Para ver el texto completo de este documento debe de estar suscrito a Fisterra.com
Identifíquese
¿Ya está registrado?
Suscríbase
¿Todavía no está suscrito? Estas son sus opciones:
- Suscríbase para tener acceso ilimitado a Fisterra.com
- Prueba gratuita. Solicite una prueba gratuita
- Compruebe si ya tiene acceso a través de su institución
¿Necesita ayuda o más información acerca de las suscripciones? Llame al 932 415 960
Autoras
![]() |
Carmen Castiñeira Pérez | Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (1) | |
![]() |
Carmen Costa Ribas | Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria (2) |
(1) Servicio de Atención Primaria de Fingoy. Servicio Galego de Saúde. Lugo. España. (2) Centro de Salud de Vila. Ibiza, Illes Balears. España. |
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Para ver el texto completo de este documento debe de estar suscrito a Fisterra.com
Identifíquese
¿Ya está registrado?
Suscríbase
¿Todavía no está suscrito? Estas son sus opciones:
- Suscríbase para tener acceso ilimitado a Fisterra.com
- Prueba gratuita. Solicite una prueba gratuita
- Compruebe si ya tiene acceso a través de su institución