Conservación y aprovisionamiento de vacunas
Índice de contenidos
Introducción
En la actualidad disponemos de una amplia variedad de vacunas que son seguras y efectivas, propiedades que, sin embargo, no son suficientes para garantizar la efectividad de los programas de vacunación. Es imprescindible que dichas vacunas, además de ser accesibles a la población, lleguen en perfecto estado de conservación, de forma que pueda garantizarse tanto su inmunogenicidad como su eficacia protectora.
Debemos ser conscientes de que el éxito de un programa de vacunación depende no solo de que las vacunas hayan sido correctamente fabricadas sino de que se haya respetado rigurosamente una serie de normas de almacenamiento, transporte y conservación para que el producto llegue a su destino en condiciones óptimas. El inadecuado manejo de una partida de vacunas puede interferir gravemente o llevar al fracaso a un programa de vacunación perfectamente bien diseñado, sea por la pérdida de eficacia de las vacunas administradas o incluso por un aumento de la reactogenicidad local producida por las vacunas conservadas en condiciones inadecuadas.
Como regla general, el intervalo ideal de temperatura para asegurar su perfecta conservación es entre + 2 y +8 ºC, siendo por tanto imprescindible una correcta planificación logística de los programas de inmunización, así como el adecuado mantenimiento de la cadena de frío durante todo el proceso. La pandemia de COVID-19 ha supuesto un reto para la salud pública en términos de control y prevención de la transmisión del virus, pero también para los sistemas de conservación y almacenamiento de vacunas, ya que con nuestras plataformas de diseño y fabricación de vacunas los sistemas de transporte y almacenamiento son altamente exigentes.
Ciertas vacunas, especialmente las constituidas por virus atenuados (triple vírica, varicela y fiebre amarilla), son muy sensibles al calor. Algunas como Td, DTPa, polio inactivada (VPI), HB, gripe, Hib y meningococo C, por el contrario, se inactivan con la congelación (en general, todas las que contengan adyuvantes). Las alteraciones y pérdidas de potencia inmunogénica de las vacunas por la exposición a temperaturas inadecuadas son acumulativas e irreversibles.
El único método que en la actualidad nos permite garantizar la inmunogenicidad y eficacia protectora de una vacuna desde su elaboración hasta su administración, es el mantenimiento de la cadena de frío.
Cadena de frío
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Elementos materiales
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Responsable del punto de vacunación
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Actuación ante una interrupción de la cadena de frío
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Aprovisionamiento de vacunas
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Administración accidental de vacunas caducadas
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Viales multidosis
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Bibliografía
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Más en la red
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Autoras
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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