Fisterra

    Aneurismas aórticos

    ¿De qué hablamos?


    Los aneurismas son la segunda aortopatía más frecuente tras la aterosclerosis. Es una enfermedad que afecta entre el 2 y el 4% de la población y aumenta con la edad. La aorta en los adultos mide aproximadamente 3 cm de diámetro en su origen; 2,5 cm en la porción descendente a nivel torácico y entre 1,8 y 2 cm en el abdomen. Se considera la existencia de una dilatación patológica cuando el diámetro del vaso sanguíneo es 1,5 veces mayor del esperado.

    La etiología del aneurisma es multifactorial; el hábito tabáquico y la hipertensión mal controlada son los factores desencadenantes más importantes. Otros factores etiológicos son la aterosclerosis, la necrosis quística de la media, la tuberculosis, la infección sifilítica, la infección micótica, la aortitis reumática y los traumatismos (Lawlor DA, 2008; Erbel R, 2015).

    Los aneurismas pueden clasificarse teniendo en cuenta su morfología y su localización. En función de su morfología, pueden clasificarse en saculares cuando afecta a una porción de la circunferencia de la aorta, y fusiformes cuando afecta a toda la circunferencia. En función de su localización con respecto al diafragma, los aneurismas pueden clasificarse en aneurismas de la aorta torácica (aorta ascendente, cayado aórtico o aorta descendente), y aneurismas de la aorta abdominal (localización infra o suprarrenal) (García Fuster R, 2015).

    Los aneurismas aórticos son más frecuentes en la aorta abdominal (80%) que en la aorta torácica (20%). Los aneurismas de la aorta torácica descendente se suelen prolongar en aneurismas infradiafragmáticos o aneurismas toracoabdominales. La presencia de aneurismas aórticos puede asociarse a aneurismas en otras localizaciones (ilíacos, femorales, poplíteos).

    Estos pacientes tienen más riesgo de sufrir episodios cardiovasculares, no solo en relación con las complicaciones del propio aneurisma, sino asociados a los factores de riesgo habituales (tabaquismo, hipertensión, etc.) y a la presencia de comorbilidades. Cuando se identifica un aneurisma aórtico en cualquier localización, se recomienda valorar toda la aorta y la válvula aórtica, tanto en el momento del diagnóstico como durante el seguimiento (Erbel R, 2015).

    Aneurismas de la aorta torácica

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    Aneurisma de la aorta abdominal

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    Bibliografía

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    Más en la red

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    Autora

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Aneurismas aórticos

    Fecha de revisión: 18/11/2024
    • Guía
    Índice de contenidos

    ¿De qué hablamos?


    Los aneurismas son la segunda aortopatía más frecuente tras la aterosclerosis. Es una enfermedad que afecta entre el 2 y el 4% de la población y aumenta con la edad. La aorta en los adultos mide aproximadamente 3 cm de diámetro en su origen; 2,5 cm en la porción descendente a nivel torácico y entre 1,8 y 2 cm en el abdomen. Se considera la existencia de una dilatación patológica cuando el diámetro del vaso sanguíneo es 1,5 veces mayor del esperado.

    La etiología del aneurisma es multifactorial; el hábito tabáquico y la hipertensión mal controlada son los factores desencadenantes más importantes. Otros factores etiológicos son la aterosclerosis, la necrosis quística de la media, la tuberculosis, la infección sifilítica, la infección micótica, la aortitis reumática y los traumatismos (Lawlor DA, 2008; Erbel R, 2015).

    Los aneurismas pueden clasificarse teniendo en cuenta su morfología y su localización. En función de su morfología, pueden clasificarse en saculares cuando afecta a una porción de la circunferencia de la aorta, y fusiformes cuando afecta a toda la circunferencia. En función de su localización con respecto al diafragma, los aneurismas pueden clasificarse en aneurismas de la aorta torácica (aorta ascendente, cayado aórtico o aorta descendente), y aneurismas de la aorta abdominal (localización infra o suprarrenal) (García Fuster R, 2015).

    Los aneurismas aórticos son más frecuentes en la aorta abdominal (80%) que en la aorta torácica (20%). Los aneurismas de la aorta torácica descendente se suelen prolongar en aneurismas infradiafragmáticos o aneurismas toracoabdominales. La presencia de aneurismas aórticos puede asociarse a aneurismas en otras localizaciones (ilíacos, femorales, poplíteos).

    Estos pacientes tienen más riesgo de sufrir episodios cardiovasculares, no solo en relación con las complicaciones del propio aneurisma, sino asociados a los factores de riesgo habituales (tabaquismo, hipertensión, etc.) y a la presencia de comorbilidades. Cuando se identifica un aneurisma aórtico en cualquier localización, se recomienda valorar toda la aorta y la válvula aórtica, tanto en el momento del diagnóstico como durante el seguimiento (Erbel R, 2015).

    Aneurismas de la aorta torácica

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Aneurismas aórticos

    Fecha de revisión: 18/11/2024

    ¿De qué hablamos?


    Los aneurismas son la segunda aortopatía más frecuente tras la aterosclerosis. Es una enfermedad que afecta entre el 2 y el 4% de la población y aumenta con la edad. La aorta en los adultos mide aproximadamente 3 cm de diámetro en su origen; 2,5 cm en la porción descendente a nivel torácico y entre 1,8 y 2 cm en el abdomen. Se considera la existencia de una dilatación patológica cuando el diámetro del vaso sanguíneo es 1,5 veces mayor del esperado.

    La etiología del aneurisma es multifactorial; el hábito tabáquico y la hipertensión mal controlada son los factores desencadenantes más importantes. Otros factores etiológicos son la aterosclerosis, la necrosis quística de la media, la tuberculosis, la infección sifilítica, la infección micótica, la aortitis reumática y los traumatismos (Lawlor DA, 2008; Erbel R, 2015).

    Los aneurismas pueden clasificarse teniendo en cuenta su morfología y su localización. En función de su morfología, pueden clasificarse en saculares cuando afecta a una porción de la circunferencia de la aorta, y fusiformes cuando afecta a toda la circunferencia. En función de su localización con respecto al diafragma, los aneurismas pueden clasificarse en aneurismas de la aorta torácica (aorta ascendente, cayado aórtico o aorta descendente), y aneurismas de la aorta abdominal (localización infra o suprarrenal) (García Fuster R, 2015).

    Los aneurismas aórticos son más frecuentes en la aorta abdominal (80%) que en la aorta torácica (20%). Los aneurismas de la aorta torácica descendente se suelen prolongar en aneurismas infradiafragmáticos o aneurismas toracoabdominales. La presencia de aneurismas aórticos puede asociarse a aneurismas en otras localizaciones (ilíacos, femorales, poplíteos).

    Estos pacientes tienen más riesgo de sufrir episodios cardiovasculares, no solo en relación con las complicaciones del propio aneurisma, sino asociados a los factores de riesgo habituales (tabaquismo, hipertensión, etc.) y a la presencia de comorbilidades. Cuando se identifica un aneurisma aórtico en cualquier localización, se recomienda valorar toda la aorta y la válvula aórtica, tanto en el momento del diagnóstico como durante el seguimiento (Erbel R, 2015).

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    © Descargado el 03/07/2025 4:28:39 Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright © . Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.