Linfocitosis
Fecha de la última revisión: 12/07/2019
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¿De qué hablamos?
Los linfocitos son un grupo de células blancas que forman parte del sistema inmune, interviniendo en la respuesta humoral y celular del cuerpo frente a proteínas y a patógenos extraños. Se define linfocitosis como la presencia de más de 4x10³/µL en adolescentes y adultos, y superior a 8000/µL en niños pequeños (Mims MP, 2017).
La fórmula leucocitaria se analiza generalmente con métodos automatizados que pueden completarse con la observación al microscopio. En su interpretación deben considerarse los valores absolutos de cada tipo celular (los porcentuales tienen menor significación).
Ante el hallazgo de una linfocitosis debemos hacer el diagnóstico diferencial entre trastorno infeccioso, trastorno reactivo o linfoproliferativo.
Podemos hablar de tres tipos de linfocitosis:
- Hereditarias: poco frecuentes. Destaca la enfermedad BENTA (expansión de células B con factor nuclear kappa-B [NFkB] y anergia de células T). Linfocitosis policlonal y esplenomegalia que comienza en la infancia (Buchbinder D, 2015; Béziat V, 2019).
- Agudas o reactivas, que normalmente se resuelven en un plazo menor de dos meses, suelen ser secundarias a otros procesos y con linfocitos de morfología policlonal. La mayoría de los casos corresponden a síndromes mononucleósicos que afectan generalmente a pacientes jóvenes.
- Las linfocitosis clonales suelen ser crónicas aunque también pueden ser agudas, que suelen corresponder a síndromes linfoproliferativos tipo B crónicos que son más frecuentes en adultos y ancianos. Existen expansiones clonales no malignas de linfocitos T y B, que pueden mantenerse estables con el tiempo, pero en ocasiones pueden evolucionar a formas malignas.
La linfocitosis puede unirse a la alteración de otras series hematológicas (Davids MS, 2018); en ocasiones, esta coexistencia nos debe hacer pensar en descartar una patología maligna.
- Anemia (de trastorno crónico por infección o enfermedad inflamatoria, infiltración de médula ósea, hemolítica o aplasia eritrocítica pura).
- Aumento de neutrófilos y/o monocitos: infecciones, inflamación, medicamentos, estrés.
- Aumento de eosinófilos y basófilos: hipersensibilidad a medicamentos, infecciones, inflamación.
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Autores
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Ana Isabel Menéndez Fernández | Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria |
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Giovanna D’Elia | Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria |
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María Luisa Docavo Barrenechea-Moxo | Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria |
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Eduardo Bajo Cardassay | Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria |
Centro de Salud Valle Inclán. Servicio Madrileño de Salud. Madrid. España. |
Conflicto de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
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