La artritis se produce por una inflamación de la membrana sinovial que recubre internamente la cápsula de las articulaciones. La membrana sinovial también recubre algunos tendones y su inflamación produce en ese caso tendinitis.
Las estructuras articulares comprenden la membrana sinovial, el cartílago sinovial, el cartílago articular, los ligamentos intraarticulares, la cápsula articular y el hueso yuxtaarticular. Las estructuras no articulares o periarticulares incluyen los ligamentos extraarticulares, los tendones, bolsas, músculos, fascia, hueso, nervios y piel (Cush JJ, 2016).
Entendemos como área articular al conjunto de articulaciones iguales en la misma zona anatómica: interfalángicas de pies y manos, metacarpofalángicas, muñeca, metatarsofalángicas, tobillo, cadera, hombro, rodilla y codo, columna cervical, dorsal, lumbar, sacroilíacas, temporomandibulares, esternoclaviculares, acromioclaviculares. Se consideran áreas diferentes las izquierdas y las derechas.
Se considera artritis aguda si su duración es inferior a 6 semanas y artritis crónica si persiste más de 6 semanas.
Síntomas de artritis
La rigidez articular en los procesos inflamatorios es precipitada por el reposo prolongado, aparece por la mañana (rigidez matutina), dura entre 30-60 minutos y mejora con la movilidad. En cambio, la rigidez de los procesos mecánicos tiende a aparecer durante reposos leves y se exacerba con la actividad, durando menos de 30 minutos.
El dolor inflamatorio articular es generalmente matutino o nocturno, puede despertar al paciente durante la noche o impedirle dormir, tiende a mejorar con la actividad física y a empeorar con el reposo, el dolor mecánico aumenta con la actividad física y mejora con el reposo, generalmente es vespertino, no acostumbra a despertar al paciente durante la noche, aunque puede dificultarle el inicio del sueño.
Signos de artritis
En la exploración aparecen los signos cardinales inflamatorios: calor, rubor, tumefacción e impotencia funcional, aunque en las profundas sólo suele aparecer el dolor (Lawry GV, 2012).
La forma en que se afecta el movimiento articular (activo o pasivo) es determinante para distinguir si el problema es articular o yuxtaarticular (Siva C, 2003).
Tabla 1. Diagnóstico diferencial del origen del dolor por la exploración física.
Origen del dolor
Movilidad activa
Movilidad pasiva
Articular (sinovitis)
Limitada
Limitada
Periarticular
Limitada
Normal
Referido
Normal
Normal
Pueden existir datos de afectación sistémica: en la anamnesis y exploración física (fiebre, fatiga, malestar, pérdida de peso o erupciones) y en las pruebas complementarias (elevación de VSG, PCR, trombocitosis, anemia de trastornos crónicos o hipoalbuminemia).
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