A día de hoy un nódulo tiroideo (NT) se define como una lesión diferenciable del parénquima tiroideo circundante, mediante ecografía u otra técnica de imagen. El hallazgo clínico de un nódulo palpable por tanto, va a precisar de confirmación mediante pruebas de imagen, normalmente ecografía (Gharib H, 2007).
El NT es un motivo frecuente de consulta en atención primaria dado que la prevalencia de nódulo tiroideo palpable se sitúa en torno al 4-7% de la población (Burman KD, 2015). La prevalencia detectada mediante ecografía es de entre el 20-76% (Tunbridge WM, 1977).
Además, la incidencia del nódulo tiroideo en las últimas décadas se ha duplicado, relacionando este incremento con el aumento de uso de las pruebas de imagen (Frates MC, 2005).
Los incidentalomas son nódulos tiroideos no palpables que se ponen de manifiesto durante el estudio de patología no tiroidea mediante pruebas de imagen como ecografía, tomografía axial computerizada, doppler carotídeo, resonancia magnética nuclear, tomografía por emisión de positrones u otras pruebas.
Ezzat S, et al. en un estudio sobre la prevalencia del nódulo tiroideo, describieron que, si se realiza un estudio ecográfico, el 22% de los sujetos presentaban nódulos solitarios y hasta el 45% múltiples nódulos. En este estudio, la prevalencia de nódulos fue mayor en las mujeres (72%) que en hombres (41%) y aunque se observó una tasa de concordancia del 49% entre el ultrasonido y los hallazgos por palpación, la ecografía es más sensible que la palpación (Ezzat S, 1994).
Esta prevalencia aumenta con la edad (Brander A, 1991). El NT también se encuentra más presente en habitantes de áreas geográficas donde existe deficiencia de yodo y tras la exposición a radiación (Dean DS, 2008).
El objetivo primordial en el estudio y manejo del NT es descartar la malignidad (Gharib H, 2007). En la tabla 1 se describen las principales causas tanto benignas como malignas. Se estima que existe un cáncer en aproximadamente el 5-6% de los NT (Burguera B, 2000).
Tabla 1. Principales causas de nódulos tiroideos.
Benignas
Bocio multinodular.
Tiroiditis Hashimoto.
Quistes (coloides, simples o hemorrágicos).
Adenoma folicular.
Adenoma de células de Hürthle.
Malignas
Carcinoma papilar.
Carcinoma folicular.
Carcinoma medular.
Carcinoma anaplásico.
Linfoma primario de tiroides.
Metástasis.
Modificado de: Ross DS, 2016.
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