El carcinoma tiroideo es la neoplasia maligna de origen endocrinológico más frecuente del organismo. Aun así, supone solamente un pequeño porcentaje de todos los carcinomas (1%).
Es más frecuente en mujeres, en la quinta década de la vida.
Son factores de riesgo para desarrollarlo: exposición a radiaciones ionizantes en la infancia (radioterapia, accidentes nucleares), carcinoma familiar derivado de células foliculares de tiroides, carcinoma medular familiar de tiroides y síndromes genéticos que asocian alto riesgo de desarrollarlo (MEN 2, Cowden, complejo Carney, síndrome de Werner, poliposis familiar).
Su incidencia está aumentando de forma importante en las últimas décadas. Así, por ejemplo, en Estados Unidos se ha producido un incremento de la incidencia de un 3% al año entre 1974 y 2013 (Lim H, 2017). Esto se atribuye fundamentalmente al sobrediagnóstico, y se produce fundamentalmente por el aumento de diagnóstico de los carcinomas papilares menores de 2 cm, aunque también hay incremento de los de mayor tamaño.
Incluye tumores con distinto origen celular, con distinto comportamiento y pronóstico. Su clasificación se ha actualizado recientemente (Lloyd RV, 2017).
En la tabla 1 se muestran los tipos histológicos más frecuentes:
Tabla 1. Tipos histológicos más frecuentes.
Carcinoma papilar
>80%
Carcinoma folicular
12%
Carcinoma oncocítico (Hürthle)
Carcinoma pobremente diferenciado
5-10%
Carcinoma anaplásico (indiferenciado)
Carcinoma medular
1-2%
Linfoma tiroideo
1-5%
Otros
El carcinoma diferenciado de tiroides (CDT) es el más frecuente. Deriva de las células foliculares del tiroides. Incluye el carcinoma papilar y el folicular. Tienen buen pronóstico.
El carcinoma papilar de tiroides es de crecimiento lento. Metastatiza fundamentalmente por vía linfática, a ganglios locorregionales; con menos frecuencia puede hacerlo por vía hematógena (4% en pulmón). En ocasiones es multifocal. No suele estar encapsulado, presenta papilas y cuerpos de psamoma y características nucleares específicas. Se denomina carcinoma micropapilar cuando es menor de 1 cm.
El carcinoma folicular produce metástasis fundamentalmente por vía hematógena (pulmón y hueso) y menos frecuentemente a ganglios linfáticos locorregionales. Los menores de 2 cm raramente dan metástasis. Está encapsulado, tiene diferenciación folicular pero sin características nucleares de papilar, presenta invasión capsular y/o vascular (esto le diferencia del adenoma folicular) y puede ser mínimamente invasivo o ampliamente invasivo.
El carcinoma oncocítico (Hürthle), que previamente era un subtipo de carcinoma folicular, se considera actualmente una entidad diferente (Lloyd RV, 2017). Tiene peor pronóstico. Es resistente al tratamiento con radioyodo (RAI) con mayor frecuencia.
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