Fisterra

    Cáncer de vejiga

    ¿De qué hablamos?


    El cáncer de vejiga es el sexto tipo de cáncer más frecuente en los Estados Unidos (después del de pulmón, próstata, mama, colon y linfoma) y es el tercer cáncer más común en hombres y el onceavo más común en mujeres (American Cancer Society, 2019). Es más frecuente en varones, con una edad media al diagnóstico de unos 70 años, aumentando su incidencia con la edad (GLOBOCAN 2012). Es el cáncer más común del sistema urinario, y su histología es en el 90% de los casos de carcinoma urotelial de células transicionales.

    Es más frecuente en países desarrollados, lo que parece estar en relación con el consumo de tabaco. Las zonas con más incidencia son Estados Unidos y Europa Occidental. En España constituye la cuarta neoplasia más frecuente en varones. En determinadas áreas de África y el Oriente Medio la incidencia también es elevada, debido a la infección crónica por Schistosoma haematobium (GLOBOCAN 2012; Pelucchi C, 2006).

    Factores de riesgo:

    • Tabaco: es la principal causa conocida del cáncer de vejiga, atribuyéndosele entorno al 50% de los casos diagnosticados, siendo el factor de riesgo más importante en países occidentales. Esto se debe principalmente a las aminas aromáticas que contiene el tabaco, que se absorben y se eliminan por la orina, causando efectos nocivos a nivel de la pared vesical. Un análisis prospectivo realizado en Estados Unidos (Freedman ND, 2011) indica un aumento del riesgo tanto en varones como en mujeres, así como una persistencia del riesgo, aunque de forma más atenuada, en exfumadores. Un metaanálisis mostró un descenso del riesgo en las personas con cese del hábito tabáquico (Brennan P, 2000), aunque sin alcanzar los niveles de los no fumadores.
    • Productos químicos: aminas aromáticas (incluidas en el tabaco), fenacetinas, clornafazina.
    • Radiaciones ionizantes.
    • Fármacos: ciclofosfamida.
    • Infecciones:
      • Virus del papiloma humano (VPH): la infección por VPH, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer urotelial de vejiga (Li N, 2011), y se le atribuyen un 17% de los casos de los tumores en portadores de virus VPH de alto grado (American Cancer Society, 2019).
      • Esquistosomiasis: infección causada por un parásito que suele encontrarse en África y América Latina.
    • Tumores del tracto urinario superior: debido a la similitud de los factores etiológicos, es frecuente la afectación multifocal del tracto urinario.
    • Cistitis crónica: las infecciones crónicas y aquellos pacientes con una fuente continua de inflamación de la vejiga como los portadores de catéteres o pacientes con vejiga neurógena.

    La mejor manera de prevenir el cáncer de vejiga es evitar el consumo de tabaco, ya que es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la enfermedad.

    No se realiza un screening en la población con antecedentes familiares, ya que no se ha demostrado que existan factores hereditarios para el cáncer de vejiga. Sin embargo, en pacientes que han tenido cáncer de vejiga se realizan citologías para valorar posibles recidivas.

    ¿Cómo sospecharlo? Síntomas y signos de alarma

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Cáncer de vejiga

    Fecha de revisión: 18/10/2019
    • Guía
    Índice de contenidos

    ¿De qué hablamos?


    El cáncer de vejiga es el sexto tipo de cáncer más frecuente en los Estados Unidos (después del de pulmón, próstata, mama, colon y linfoma) y es el tercer cáncer más común en hombres y el onceavo más común en mujeres (American Cancer Society, 2019). Es más frecuente en varones, con una edad media al diagnóstico de unos 70 años, aumentando su incidencia con la edad (GLOBOCAN 2012). Es el cáncer más común del sistema urinario, y su histología es en el 90% de los casos de carcinoma urotelial de células transicionales.

    Es más frecuente en países desarrollados, lo que parece estar en relación con el consumo de tabaco. Las zonas con más incidencia son Estados Unidos y Europa Occidental. En España constituye la cuarta neoplasia más frecuente en varones. En determinadas áreas de África y el Oriente Medio la incidencia también es elevada, debido a la infección crónica por Schistosoma haematobium (GLOBOCAN 2012; Pelucchi C, 2006).

    Factores de riesgo:

    • Tabaco: es la principal causa conocida del cáncer de vejiga, atribuyéndosele entorno al 50% de los casos diagnosticados, siendo el factor de riesgo más importante en países occidentales. Esto se debe principalmente a las aminas aromáticas que contiene el tabaco, que se absorben y se eliminan por la orina, causando efectos nocivos a nivel de la pared vesical. Un análisis prospectivo realizado en Estados Unidos (Freedman ND, 2011) indica un aumento del riesgo tanto en varones como en mujeres, así como una persistencia del riesgo, aunque de forma más atenuada, en exfumadores. Un metaanálisis mostró un descenso del riesgo en las personas con cese del hábito tabáquico (Brennan P, 2000), aunque sin alcanzar los niveles de los no fumadores.
    • Productos químicos: aminas aromáticas (incluidas en el tabaco), fenacetinas, clornafazina.
    • Radiaciones ionizantes.
    • Fármacos: ciclofosfamida.
    • Infecciones:
      • Virus del papiloma humano (VPH): la infección por VPH, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer urotelial de vejiga (Li N, 2011), y se le atribuyen un 17% de los casos de los tumores en portadores de virus VPH de alto grado (American Cancer Society, 2019).
      • Esquistosomiasis: infección causada por un parásito que suele encontrarse en África y América Latina.
    • Tumores del tracto urinario superior: debido a la similitud de los factores etiológicos, es frecuente la afectación multifocal del tracto urinario.
    • Cistitis crónica: las infecciones crónicas y aquellos pacientes con una fuente continua de inflamación de la vejiga como los portadores de catéteres o pacientes con vejiga neurógena.

    La mejor manera de prevenir el cáncer de vejiga es evitar el consumo de tabaco, ya que es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la enfermedad.

    No se realiza un screening en la población con antecedentes familiares, ya que no se ha demostrado que existan factores hereditarios para el cáncer de vejiga. Sin embargo, en pacientes que han tenido cáncer de vejiga se realizan citologías para valorar posibles recidivas.

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    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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    Fecha de revisión: 18/10/2019

    ¿De qué hablamos?


    El cáncer de vejiga es el sexto tipo de cáncer más frecuente en los Estados Unidos (después del de pulmón, próstata, mama, colon y linfoma) y es el tercer cáncer más común en hombres y el onceavo más común en mujeres (American Cancer Society, 2019). Es más frecuente en varones, con una edad media al diagnóstico de unos 70 años, aumentando su incidencia con la edad (GLOBOCAN 2012). Es el cáncer más común del sistema urinario, y su histología es en el 90% de los casos de carcinoma urotelial de células transicionales.

    Es más frecuente en países desarrollados, lo que parece estar en relación con el consumo de tabaco. Las zonas con más incidencia son Estados Unidos y Europa Occidental. En España constituye la cuarta neoplasia más frecuente en varones. En determinadas áreas de África y el Oriente Medio la incidencia también es elevada, debido a la infección crónica por Schistosoma haematobium (GLOBOCAN 2012; Pelucchi C, 2006).

    Factores de riesgo:

    • Tabaco: es la principal causa conocida del cáncer de vejiga, atribuyéndosele entorno al 50% de los casos diagnosticados, siendo el factor de riesgo más importante en países occidentales. Esto se debe principalmente a las aminas aromáticas que contiene el tabaco, que se absorben y se eliminan por la orina, causando efectos nocivos a nivel de la pared vesical. Un análisis prospectivo realizado en Estados Unidos (Freedman ND, 2011) indica un aumento del riesgo tanto en varones como en mujeres, así como una persistencia del riesgo, aunque de forma más atenuada, en exfumadores. Un metaanálisis mostró un descenso del riesgo en las personas con cese del hábito tabáquico (Brennan P, 2000), aunque sin alcanzar los niveles de los no fumadores.
    • Productos químicos: aminas aromáticas (incluidas en el tabaco), fenacetinas, clornafazina.
    • Radiaciones ionizantes.
    • Fármacos: ciclofosfamida.
    • Infecciones:
      • Virus del papiloma humano (VPH): la infección por VPH, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer urotelial de vejiga (Li N, 2011), y se le atribuyen un 17% de los casos de los tumores en portadores de virus VPH de alto grado (American Cancer Society, 2019).
      • Esquistosomiasis: infección causada por un parásito que suele encontrarse en África y América Latina.
    • Tumores del tracto urinario superior: debido a la similitud de los factores etiológicos, es frecuente la afectación multifocal del tracto urinario.
    • Cistitis crónica: las infecciones crónicas y aquellos pacientes con una fuente continua de inflamación de la vejiga como los portadores de catéteres o pacientes con vejiga neurógena.

    La mejor manera de prevenir el cáncer de vejiga es evitar el consumo de tabaco, ya que es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la enfermedad.

    No se realiza un screening en la población con antecedentes familiares, ya que no se ha demostrado que existan factores hereditarios para el cáncer de vejiga. Sin embargo, en pacientes que han tenido cáncer de vejiga se realizan citologías para valorar posibles recidivas.

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