Descripción

Antibiótico macrólido de amplio espectro. Es más activo que eritromicina sobre bacterias gram-negativas (Haemophilus, Moraxella, Neisseria, enterobacterias), espiroquetas, Chlamydia trachomatis y Mycobacterium avium, y ligeramente menos activo sobre cocos gram-positivos (S. aureus, Streptococcus).
Azitromicina parece disminuir la replicación del coronavirus COVID-19 (SARS-CoV-2). En un estudio clínico, la combinación azitromicina + hidroxicloroquina redujo o eliminó la carga viral en pacientes infectados por COVID-19 (Gautret et al, Int J Antimicrob Agents 2020), aunque existen dudas sobre su validez, así como su eficacia en pacientes graves (Molina et al, Med Mal Infect. 2020).

Indicaciones

- Infecciones respiratorias:

• Neumonía adquirida en la comunidad. Generalmente los macrólidos se utilizan cuando se sospechan gérmenes atípicos (Mycoplasma, Chlamydia, Legionella, etc.), en neumonías moderadas o graves asociados a un beta-lactámico o en caso de alergia a beta-lactámicos (guías NICE 2014 en adultos, British Thoracic Society 2011 en niños, SEPAR 2014 en ancianos).
• Otras infecciones del aparato respiratorio superior o inferior, principalmente por Str. pneumoniae o H. influenzae: otitis media, faringitis, amigdalitis, faringoamigdalitis por Str. pyogenes, sinusitis, exacerbaciones de la EPOC, infección crónica en pacientes con EPOC agudizadores.

- Infecciones de piel y tejidos blandos, principalmente por S. aureus.
- Enfermedades de transmisión sexual:

• Por Chlamydia trachomatis. Azitromicina o doxiciclina se consideran los tratamientos de elección, incluyendo la uretritis no gonocócica (CDC 2015).
• Por Neisseria gonorrhoeae. La asociación ceftriaxona + azitromicina es una de las opciones preferentes en la infección gonocócica no complicada (CDC 2015).
• Por Haemophilus ducreyi (chancroide). Azitromicina o ceftriaxona se consideran los tratamientos de elección (CDC 2015).

- Infección respiratoria por COVID-19 (indicación fuera de ficha técnica), en monoterapia o asociado a hidroxicloroquina o ceftriaxona. La AEMPS recomienda evitar el uso sistemático de azitromicina + hidroxicloroquina debido al riesgo de prolongar el intervalo QT (alerta AEMPS 22/04/20).

Posología

Forma de administración.
- Vía oral: las cápsulas deben tomarse 1 hora antes o 2 horas después de las comidas. Los comprimidos, sobres o suspensión oral pueden tomarse con o sin alimentos.
- Perfusión intravenosa (uso hospitalario): el vial de 500 mg de polvo liofilizado se reconstituye con 4,8 ml de API, se diluye en suero fisiológico, glucosado 5% o Ringer lactato y se administra en perfusión IV de 1 hora (si se diluye en 250 ml) o 3 horas (si se diluye en 500 ml).

Contraindicaciones

Hipersensibilidad a cualquier macrólido o ketólido.

Efectos Adversos

- Digestivos: el más frecuente es la diarrea, aunque menos que eritromicina. También dolor abdominal, náuseas, vómitos o flatulencia. Raramente aumento reversible de enzimas hepáticas e ictericia colestásica. Se ha descrito colitis pseudomembranosa por sobreinfección.
- Sistema nervioso: principalmente cefalea, mareos. Raramente agresividad, nerviosismo, agitación y ansiedad, convulsiones, somnolencia y parestesias.
- Hipersensibilidad: raramente rash, urticaria, prurito y fotosensibilidad. Se han descrito reacciones alérgicas graves con angioedema y anafilaxia.
- Otros: sordera o tinnitus reversible a dosis altas, hiperpotasemia, nefritis intersticial e insuficiencia renal aguda, palpitaciones, trombocitopenia y artralgias.

Precauciones

- Insuficiencia renal: pese a que azitromicina se elimina por excreción renal en muy escasa cantidad, en pacientes con insuficiencia renal grave (FG <10 ml/min) se ha observado un mayor nivel plasmático de azitromicina, aunque no se ha establecido que sea necesario reducir la dosis.
- Insuficiencia hepática: la excreción biliar es la principal vía de eliminación de azitromicina, así como el metabolismo hepático. Debe utilizarse con precaución en pacientes con hepatopatía significativa, teniendo en cuenta además el riesgo de hepatotoxicidad.
- Prolongación del intervalo QT: otros macrólidos pueden prolongar el QT y causar arritmia. Se han descrito casos aislados con azitromicina, por lo que debe utilizarse con precaución en pacientes con factores de riesgo de arritmia. En un estudio observacional se ha detectado un mayor riesgo cardiovascular con azitromicina que con otros antibióticos, que puede atribuirse a este efecto sobre el QT (nota FDA 17/05/12).
- Miastenia gravis: se han observado casos en que azitromicina exacerbaba la enfermedad.
- Embarazo: sólo se acepta su uso si no existe una alternativa terapéutica más segura, como los beta-lactámicos. Se acepta su uso como primera opción en infecciones por C. trachomatis.
- Lactancia: se excreta en la leche materna pero en muy pequeña cantidad. Se acepta su uso.
- Pediatría: no se recomienda en menores de 6 meses.

Interacciones

Su perfil es más favorable que otros macrólidos porque se metaboliza en el hígado por otra vía y no es probable que interaccione por inhibición metabólica.
- Antiácidos: los que contienen aluminio y magnesio pueden reducir la concentración máxima de azitromicina, aunque no la cantidad total absorbida, por lo que no deben tomarse simultáneamente.
- Digoxina: azitromicina puede aumentar su nivel plasmático por un mecanismo desconocido.
- Ciclosporina: se han descrito casos de aumento del nivel plasmático de ciclosporina, tampoco se conoce el motivo.
- Amiodarona, propafenona, hidroxicloroquina, quinidina, pimozida: debe vigilarse especialmente el ECG porque aumenta el riesgo de prolongación del intervalo QT.