Fisterra

    Dolor abdominal agudo

    ¿De qué hablamos?


    El dolor abdominal agudo (DAA) se define como el dolor abdominal de origen no traumático y con una duración máxima de 5 días (DynaMed Plus, 2016). Si bien, el criterio de la duración para clasificar un dolor abdominal como agudo es arbitrario. Debe ser el juicio del clínico el que lo determine y considerar un dolor abdominal como “agudo” cuando lleva pocos días de evolución y empeora desde su inicio (Penner RM, 2017).

    La mayoría de los pacientes con DAA tienen una etiología benigna por lo que el objetivo inicial de la evaluación es identificar aquellos pacientes con una etiología grave que puede requerir una intervención urgente, quirúrgica o no.

    En un metanálisis se concluyó que la prevalencia del dolor abdominal en las consultas de medicina de familia era del 2,8%. Las etiologías más frecuentes fueron la gastroenteritis aguda (7,2-18,7%), el síndrome de intestino irritable (2,6-13,3%) y la patología urológica (5,3%). Alrededor de 1 de cada 10 pacientes con dolor abdominal necesitaba un tratamiento urgente (Viniol A, 2014).

    En la “Encuesta Nacional sobre el dolor en los hospitales de España” en los servicios de urgencias, el dolor de origen musculoesquelético fue el más prevalente (92,5%) y de mayor intensidad, seguido del dolor abdominal tanto en prevalencia (79,1%) como en intensidad (Caba Barrientos F, 2014), si bien en este estudio no se diferencia entre dolor agudo o reagudización del dolor crónico.

    Según los mecanismos de transmisión, los tipos de dolor pueden ser (tabla 1) (Schwartz ES, 2014; Patterson JW, 2018; Brown HF, 2014):

    • El dolor visceral se genera por estimulación de los receptores nociceptivos del plano muscular o submucoso de las vísceras huecas por el efecto de la distensión o contracción (espasmo) secundarias a obstrucción, isquemia e irritación química. Al ser de inervación bilateral tiende a localizarse periumbilical o en línea media.
    • El dolor parietal o somático se transmite desde terminales del peritoneo parietal por irritación química o infecciosa. La inervación somática unilateral lo localiza en el punto del foco que origina el estímulo doloroso y provoca como respuesta, la contracción de la musculatura adyacente.
    • El dolor referido aparece a distancia del foco patológico por la convergencia de fibras aferentes espinales y viscerales de una misma metámera (de una misma neurona), a nivel del asta posterior y es recibido por el cerebro como percibido por las fibras de una distribución somática.

    Estos conceptos no son excluyentes, de manera que una misma patología puede provocar dolor por estímulo de varias vías. De esta forma, la apendicitis aguda en fases iniciales provoca dolor visceral por distensión con dolor mal definido referido a línea media y la focalización posterior en fosa iliaca derecha aparece por inflamación del peritoneo parietal en contacto con el apéndice.

    Tabla 1. Características del dolor según mecanismos de transmisión.
    Dolor visceral Dolor somático o parietal Dolor referido
    • Mal delimitado.
    • Asociado a angustia y sensación de gravedad.
    • Percibido en línea media.
    • Cortejo vegetativo.
    • Localizable.
    • Bien delimitado.
    • Empeora con el movimiento.
    • Peritonismo (defensa muscular, dolor de rebote).

    Regiones que comparten segmento neuronal sensorial con el área dolorosa. Ejemplos:

    • Estómago a epigastrio.
    • Páncreas en cinturón.
    • Vesícula a escápula derecha.
    • Intestino a línea media.
    • Uréter a ingle ipsilateral.

    Tipos de estímulos dolorosos más frecuentes (Patterson JW, 2018):

    1. Distensión-contracción: más intensa la transmisión dolorosa en el caso de la distensión, esta vía es típica de vísceras huecas, aunque también se da en la cápsula de vísceras macizas como sucede en la congestión hepática o en las nefritis. Se incluyen los mecanismos de tracción peritoneal o mesentérica.
    2. Isquemia-inflamación: se produce estimulación del sistema nociceptivo de forma directa por liberación de mediadores, así como por cambios de temperatura y del pH. Estos mecanismos se potencian entre sí además de actuar disminuyendo el umbral de dolor.

    ¿Cómo se diagnostica?

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    ¿Cómo se trata?

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    Bibliografía

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    Más en la red

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    Autoras

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Dolor abdominal agudo

    Fecha de revisión: 19/11/2018
    • Guía
    Índice de contenidos

    ¿De qué hablamos?


    El dolor abdominal agudo (DAA) se define como el dolor abdominal de origen no traumático y con una duración máxima de 5 días (DynaMed Plus, 2016). Si bien, el criterio de la duración para clasificar un dolor abdominal como agudo es arbitrario. Debe ser el juicio del clínico el que lo determine y considerar un dolor abdominal como “agudo” cuando lleva pocos días de evolución y empeora desde su inicio (Penner RM, 2017).

    La mayoría de los pacientes con DAA tienen una etiología benigna por lo que el objetivo inicial de la evaluación es identificar aquellos pacientes con una etiología grave que puede requerir una intervención urgente, quirúrgica o no.

    En un metanálisis se concluyó que la prevalencia del dolor abdominal en las consultas de medicina de familia era del 2,8%. Las etiologías más frecuentes fueron la gastroenteritis aguda (7,2-18,7%), el síndrome de intestino irritable (2,6-13,3%) y la patología urológica (5,3%). Alrededor de 1 de cada 10 pacientes con dolor abdominal necesitaba un tratamiento urgente (Viniol A, 2014).

    En la “Encuesta Nacional sobre el dolor en los hospitales de España” en los servicios de urgencias, el dolor de origen musculoesquelético fue el más prevalente (92,5%) y de mayor intensidad, seguido del dolor abdominal tanto en prevalencia (79,1%) como en intensidad (Caba Barrientos F, 2014), si bien en este estudio no se diferencia entre dolor agudo o reagudización del dolor crónico.

    Según los mecanismos de transmisión, los tipos de dolor pueden ser (tabla 1) (Schwartz ES, 2014; Patterson JW, 2018; Brown HF, 2014):

    • El dolor visceral se genera por estimulación de los receptores nociceptivos del plano muscular o submucoso de las vísceras huecas por el efecto de la distensión o contracción (espasmo) secundarias a obstrucción, isquemia e irritación química. Al ser de inervación bilateral tiende a localizarse periumbilical o en línea media.
    • El dolor parietal o somático se transmite desde terminales del peritoneo parietal por irritación química o infecciosa. La inervación somática unilateral lo localiza en el punto del foco que origina el estímulo doloroso y provoca como respuesta, la contracción de la musculatura adyacente.
    • El dolor referido aparece a distancia del foco patológico por la convergencia de fibras aferentes espinales y viscerales de una misma metámera (de una misma neurona), a nivel del asta posterior y es recibido por el cerebro como percibido por las fibras de una distribución somática.

    Estos conceptos no son excluyentes, de manera que una misma patología puede provocar dolor por estímulo de varias vías. De esta forma, la apendicitis aguda en fases iniciales provoca dolor visceral por distensión con dolor mal definido referido a línea media y la focalización posterior en fosa iliaca derecha aparece por inflamación del peritoneo parietal en contacto con el apéndice.

    Tabla 1. Características del dolor según mecanismos de transmisión.
    Dolor visceral Dolor somático o parietal Dolor referido
    • Mal delimitado.
    • Asociado a angustia y sensación de gravedad.
    • Percibido en línea media.
    • Cortejo vegetativo.
    • Localizable.
    • Bien delimitado.
    • Empeora con el movimiento.
    • Peritonismo (defensa muscular, dolor de rebote).

    Regiones que comparten segmento neuronal sensorial con el área dolorosa. Ejemplos:

    • Estómago a epigastrio.
    • Páncreas en cinturón.
    • Vesícula a escápula derecha.
    • Intestino a línea media.
    • Uréter a ingle ipsilateral.

    Tipos de estímulos dolorosos más frecuentes (Patterson JW, 2018):

    1. Distensión-contracción: más intensa la transmisión dolorosa en el caso de la distensión, esta vía es típica de vísceras huecas, aunque también se da en la cápsula de vísceras macizas como sucede en la congestión hepática o en las nefritis. Se incluyen los mecanismos de tracción peritoneal o mesentérica.
    2. Isquemia-inflamación: se produce estimulación del sistema nociceptivo de forma directa por liberación de mediadores, así como por cambios de temperatura y del pH. Estos mecanismos se potencian entre sí además de actuar disminuyendo el umbral de dolor.

    ¿Cómo se diagnostica?

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    Autoras

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    Conflicto de intereses
    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

    Dolor abdominal agudo

    Fecha de revisión: 19/11/2018

    ¿De qué hablamos?


    El dolor abdominal agudo (DAA) se define como el dolor abdominal de origen no traumático y con una duración máxima de 5 días (DynaMed Plus, 2016). Si bien, el criterio de la duración para clasificar un dolor abdominal como agudo es arbitrario. Debe ser el juicio del clínico el que lo determine y considerar un dolor abdominal como “agudo” cuando lleva pocos días de evolución y empeora desde su inicio (Penner RM, 2017).

    La mayoría de los pacientes con DAA tienen una etiología benigna por lo que el objetivo inicial de la evaluación es identificar aquellos pacientes con una etiología grave que puede requerir una intervención urgente, quirúrgica o no.

    En un metanálisis se concluyó que la prevalencia del dolor abdominal en las consultas de medicina de familia era del 2,8%. Las etiologías más frecuentes fueron la gastroenteritis aguda (7,2-18,7%), el síndrome de intestino irritable (2,6-13,3%) y la patología urológica (5,3%). Alrededor de 1 de cada 10 pacientes con dolor abdominal necesitaba un tratamiento urgente (Viniol A, 2014).

    En la “Encuesta Nacional sobre el dolor en los hospitales de España” en los servicios de urgencias, el dolor de origen musculoesquelético fue el más prevalente (92,5%) y de mayor intensidad, seguido del dolor abdominal tanto en prevalencia (79,1%) como en intensidad (Caba Barrientos F, 2014), si bien en este estudio no se diferencia entre dolor agudo o reagudización del dolor crónico.

    Según los mecanismos de transmisión, los tipos de dolor pueden ser (tabla 1) (Schwartz ES, 2014; Patterson JW, 2018; Brown HF, 2014):

    • El dolor visceral se genera por estimulación de los receptores nociceptivos del plano muscular o submucoso de las vísceras huecas por el efecto de la distensión o contracción (espasmo) secundarias a obstrucción, isquemia e irritación química. Al ser de inervación bilateral tiende a localizarse periumbilical o en línea media.
    • El dolor parietal o somático se transmite desde terminales del peritoneo parietal por irritación química o infecciosa. La inervación somática unilateral lo localiza en el punto del foco que origina el estímulo doloroso y provoca como respuesta, la contracción de la musculatura adyacente.
    • El dolor referido aparece a distancia del foco patológico por la convergencia de fibras aferentes espinales y viscerales de una misma metámera (de una misma neurona), a nivel del asta posterior y es recibido por el cerebro como percibido por las fibras de una distribución somática.

    Estos conceptos no son excluyentes, de manera que una misma patología puede provocar dolor por estímulo de varias vías. De esta forma, la apendicitis aguda en fases iniciales provoca dolor visceral por distensión con dolor mal definido referido a línea media y la focalización posterior en fosa iliaca derecha aparece por inflamación del peritoneo parietal en contacto con el apéndice.

    Tabla 1. Características del dolor según mecanismos de transmisión.
    Dolor visceral Dolor somático o parietal Dolor referido
    • Mal delimitado.
    • Asociado a angustia y sensación de gravedad.
    • Percibido en línea media.
    • Cortejo vegetativo.
    • Localizable.
    • Bien delimitado.
    • Empeora con el movimiento.
    • Peritonismo (defensa muscular, dolor de rebote).

    Regiones que comparten segmento neuronal sensorial con el área dolorosa. Ejemplos:

    • Estómago a epigastrio.
    • Páncreas en cinturón.
    • Vesícula a escápula derecha.
    • Intestino a línea media.
    • Uréter a ingle ipsilateral.

    Tipos de estímulos dolorosos más frecuentes (Patterson JW, 2018):

    1. Distensión-contracción: más intensa la transmisión dolorosa en el caso de la distensión, esta vía es típica de vísceras huecas, aunque también se da en la cápsula de vísceras macizas como sucede en la congestión hepática o en las nefritis. Se incluyen los mecanismos de tracción peritoneal o mesentérica.
    2. Isquemia-inflamación: se produce estimulación del sistema nociceptivo de forma directa por liberación de mediadores, así como por cambios de temperatura y del pH. Estos mecanismos se potencian entre sí además de actuar disminuyendo el umbral de dolor.

    ¿Cómo se diagnostica?

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